¿Conoces alguna persona con dificultad para controlar sus emociones? ¿Con cambios repentinos de humor? ¿Con una marcada inestabilidad afectiva? ¿Has oído alguna vez hablar del Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)?

Hoy te propongo un juego: adentrarnos y conocer un poco más de cerca qué es el Trastorno Límite de la Personalidad, los síntomas, sus causas y cómo vive una persona diagnosticada con TLP. ¿Te inicias conmigo en el viaje hacia este maravilloso y complejo mundo? 🔎🚀

Pero primero… ¡Vayamos por partes!

Qué es el TLP

El Trastorno Límite de la Personalidad es un trastorno grave e incapacitante que se incluye dentro del grupo B de los trastornos de la personalidad, junto a otros como son el Trastorno Antisocial, Histriónico y Narcisista.

En términos generales, las personas diagnosticadas con alguno de los trastornos del grupo B suelen ser extravertidas, impulsivas, llamativas y suelen caracterizarse por la inestabilidad (social e interpersonal) y una alta búsqueda de novedad.

De manera más específica, el Trastorno Límite de la Personalidad es una afección mental grave que provoca patrones continuados y estados emocionales fluctuantes. Estas experiencias, a menudo, derivan en acciones impulsivas y relaciones caóticas e inestables con otras personas.

Trastorno límite de la personalidad (TLP) según el DMS V

Según el DSM-V (el pequeño gran libro de los psicólogos), el TLP se caracteriza por los siguientes criterios diagnósticos:

Patrón dominante de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la autoimagen y de los afectos, e impulsividad intensa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos siguientes:

  1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginado. (Nota: No incluir el comportamiento suicida ni de automutilación que figuran en el Criterio 5.)
  2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se caracteriza por una alternancia entre los extremos de idealización y de devaluación.
  3. Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persistente de la autoimagen y del sentido del yo.
  4. Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente autolesivas (p. ej., gastos, sexo, drogas, conducción temeraria, atracones alimentarios). (Nota: No incluir el comportamiento suicida ni de automutilación que figuran en el Criterio 5.)
  5. Comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de suicidio, o comportamiento de automutilación.
  6. Inestabilidad afectiva debida a una reactividad notable del estado de ánimo (p. ej., episodios intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que generalmente duran unas horas y, rara vez, más de unos días).
  7. Sensación crónica de vacío.
  8. Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la ira (p.ej., exhibición frecuente de genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
  9. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés o síntomas disociativos graves.
  • El TLP es un trastorno mental grave y realmente incapacitante. Un trastorno mental con grandes repercusiones no solo en la persona que lo sufre, sino también en las personas de su alrededor.

Síntomas del TLP

En este punto es probable que ya tengas una idea general de cómo es una persona con Trastorno Límite de la Personalidad. Pero… ¿Sabrías decir cómo piensa, cómo siente, cómo se comporta y cómo se relaciona una persona con este trastorno? ¡Veámoslo!

  • A nivel de cognición, las personas con TLP se caracterizan por una sensación crónica de vacío y una ideación paranoide ante el estrés. Aunque te parezca increíble, es probable que las personas con este trastorno no sepan contestar ante la pregunta «¿qué piensas?».
  • A nivel de afectividad, se caracterizan por una marcada inestabilidad afectiva y de la autoimagen. A veces la persona con TLP puede considerarse «la mejor» y otras veces «la peor».
  • A nivel de conducta, destaca un chantaje emocional ante el supuesto desamparo y ciertas conductas autolesivas, automutilaciones y suicidio. De hecho, es común que utilicen el suicidio como chantaje, al igual que el común que lleguen a suicidarse sin querer. Pero, sin duda, ante cualquier sospecha lo primero que debemos evaluar es la presencia de conductas autopunitivas.
  • A nivel de relaciones interpersonales, las personas con TLP suelen fluctuar entre la idealización y la devaluación de otras personas. Esto hace que sus relaciones sean inestables.

Sin duda, unos síntomas realmente sorprendentes a la vez que incapacitantes.

Cómo es una persona con trastorno límite de la personalidad

Las personas diagnosticadas con TLP se caracterizan por una dificultad para regular su estado emocional. De hecho, su estado anímico fluctúa con gran facilidad y rapidez, pasando normalmente por varios estados emocionales negativos.

También existe una marcada dificultad para controlar los impulsos, lo que ocasiona que estas personas pasen de la ira a la ansiedad con facilidad, pero también al estrés de forma rápida sin tener un verdadero control sobre la situación que están experimentando.

Además de la incapacidad para controlar los estados emocionales, las personas con trastorno límite de la personalidad presentan dificultad para controlar los pensamientos en determinadas situaciones. Este hecho hace que en ocasiones digan o hagan cosas de las que luego pueden arrepentirse.

Esto también se ve asociado con una dificultad para relacionarse de forma efectiva en el ambiente laboral pero también en el ámbito interpersonal o de relaciones de pareja. Como resultado, este trastorno de la personalidad afecta a la persona e impide que se relacione adaptativamente y establezca relaciones afectivas y asertivas con las demás personas.

En línea con lo anterior, la persona con TLP experimenta un gran miedo y preocupación por el desamparo o el abandono. Este miedo puede ser solamente una idea o puede basarse en un miedo real provocado por situaciones traumáticas experimentadas previamente. Además, suelen tener muchas dificultades para establecer vínculos fuertes y de apego con personas cercanas. Todo lo anterior puede hacer que se sientan poco comprendidas y que tengan la sensación de vacío y de que han perdido el sentido de vida.

Igualmente, es frecuente encontrar impulsividad en personas con este trastorno de personalidad, algo que les puede llevar a tomar malas decisiones respecto incluso a su propia vida. Este es el motivo por lo que es común encontrar en las personas con TLP un consumo continuado de drogas, un consumo excesivo de alcohol y una conducción en ocasiones temeraria.

Como podrás intuir, presentan un alto riesgo de suicidio por lo que estar alerta es sumamente importante.

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Cuándo comienza el trastorno límite de la personalidad

Este tipo de trastornos de la personalidad suelen comenzar normalmente en la adolescencia o al inicio de la edad adulta. De hecho, según las investigaciones, la problemática tiende a ser más agresiva en la adultez temprana y puede, aunque no tiene porqué, ir mejorando con el paso de la edad.

Estos trastornos mentales graves tienden a ser inflexibles y estables en el tiempo. Es en esto último, en la estabilización, en lo que consiste la terapia psicológica.

Qué causa el TLP

Como en cualquier trastorno mental, las causas del TLP son diversas y en cierta medida desconocidas. No obstante, podríamos decir que la causa podría estar en una combinación de características genéticas, ambientales y cerebrales. ¡Veámoslo! 🔎

  • Genética. Las investigaciones desarrolladas con gemelos y familias indican que los trastornos de la personalidad tienden a ser hereditarios o se pueden asociar estrechamente con otros trastornos de la salud mental que ocurren entre los miembros de la familia. De hecho, se sabe que los hijos de personas con este trastorno presentan 5 veces más probabilidad de padecerlo que la población general.
  • Ambiente. Ciertos episodios de estrés podrían actuar como factores de riesgo para el desarrollo de este tipo de trastornos. Así, es común encontrar personas con TLP que afirman haber sido maltratadas sexual o físicamente, o desatendidas durante la infancia. Otras personas comentan haber perdido a sus figuras de apego o haber sido separadas de ellos cuando eran pequeñas, haber nacido de padres con consumo de sustancias indebido o haber presenciado conflictos hostiles y relaciones familiares inestables.
  • Cerebro. Ciertas investigaciones han demostrado la presencia de cambios en ciertas áreas del cerebro relacionadas con la regulación de las emociones, la impulsividad y la agresión. Además, estudios del área prefrontal han demostrado alteraciones cerebrales que explicarían el déficit en el control de impulsos. También se sabe que, ciertos químicos cerebrales como la Noradrenalina, parecen estar incrementados en el locus coeruleus y el tallo cerebral de las personas con TLP, lo que los hace más agresivos y más propensos a situaciones de estrés.

Evaluación del TLP

Si has llegado hasta aquí probablemente deducirás que la evaluación del TLP no resulta para nada sencilla. ¡Así es!

Las entrevistas son largas de aplicar y requieren entrenamiento, pero son realmente fiables. Los cuestionarios, en cambio, son más vulnerables a la simulación y al disimulo y, en ocasiones, dan lugar a muchos falsos positivos.

Como consecuencia, la evaluación ideal del TLP debe comenzar con el cribado a través de autoinforme a la persona y debe continuar con una entrevista semiestructurada o estructurada a la persona y a su familia.

En términos generales, dos son las entrevistas diagnósticas estructuradas más utilizadas:

  • Structured Clinical Interview for DSM-III (SCID-II; Spitzer et al., 1989).
  • International Personality Disorder Examination (IPDE; Loranger, 1995).

Sin embargo, este tipo de evaluación es laaaaarga y farragosa y muy muy poco operativa en Centros de Salud (más aún como los concebimos actualmente).

Como resultado, la evaluación de los trastornos de personalidad suele hacerse a través de cuestionarios o autoinformes, una medida válida que consume muy poco tiempo. Los dos autoinformes más conocidos son:

  • Cuestionario Diagnóstico de la Personalidad (PDQ-4; Hyler, 1994).
  • Cuestionario Salamanca de Trastornos de la Personalidad (CS; Pérez et al., 2010).

Pero, además de estos, existen algunos autoinformes específicos para la evaluación del TLP:

  • Borderline symptom list (BSL-95; Bohus et al., 2007).
  • McLean screening instrument for borderline personality disorder (MSI-BPD; Zanarini et al., 2003).

Este tipo de instrumentos tienen una mayor utilidad en la práctica clínica que las entrevistas semiestructuradas. Ahorran tiempo, favorecen una amplia utilización, reducen la simulación y, debido a su mayor estandarización, suelen presentar mejores propiedades psicométricas.

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Cómo se cura el trastorno límite de la personalidad

Como ocurre con la evaluación, el tratamiento del trastorno límite de la personalidad es largo y difícil, y normalmente puede durar toda la vida. En cualquier caso, el tratamiento ideal combina la terapia farmacológica y la terapia psicológica.

El objetivo principal, como hemos comentado, será la estabilización de los síntomas, la conciencia de la enfermedad y el aprendizaje de una nueva forma de vida.

En el campo de la psicología, la terapia psicológica que mejor ha funcionado con este tipo de pacientes es la terapia cognitivo-conductual. Esta aproximación se centra en los patrones de pensamiento disfuncionales o, lo que es lo mismo, las distorsiones cognitivas.

No obstante, existen otras aproximaciones que van ganando terreno en los últimos años. Un ejemplo de ello es la terapia dialéctica-conductual, que sitúa el origen del TLP en una disfunción en la regulación de emociones; la terapia basada en mentalización, que defiende un déficit en la capacidad de entender a los demás y a sí mismo; y la terapia icónica, que se inicia desde una aproximación cognitivo-conductual pero incluye principios terapéuticos de otras aproximaciones que potencian y completan el tratamiento.

Además, en casos de TLP son especialmente útiles las terapias basadas en mindfulness pues permiten a la persona focalizar la atención y, consecuentemente, deshacerse y desapegarse de los estados emocionales negativos por los que atraviesa en determinados momentos de su día. Igualmente, no podemos olvidar la terapia familiar o de pareja, un ingrediente esencial para conocer el trastorno y ayudar al paciente.

Por último, y no menos importante, es fundamental que durante el proceso las personas con TLP sean atendidas y tengan acceso a líneas de emergencia porque son muy proclives a las autolesiones y a la ideación suicida.

Si eres psicólogo o psicóloga ten en cuenta que los pacientes con TLP suelen evitar la psicoterapia y normalmente llegan a consulta por presión familiar o exigencias legales. Como resultado, son uno de los casos más difíciles de abordar.

  • El trastorno límite de la personalidad no se cura, se aprende a convivir con él.

Libros sobre el Trastorno límite de la personalidad

El trastorno límite de la personalidad ha sido objeto de múltiples investigaciones y también tiene su hueco en la literatura. ¿Quieres conocer más a fondo el trastorno límite de la personalidad?

¡Aquí va una lista de libros recomendados! 📚

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