¿Necesitas saber cómo ayudar a un adolescente con depresión? Si en casa tienes un adolescente, y notas que se siente cómodo con el silencio, que prefiere dar respuestas cortantes al intentar mantener una conversación, que tiende a dormir todo el día si no lo intentas evitar y tiene preferencia por pasar más tiempo con el teléfono o el ordenador, puede padecer depresión. 

Aunque este comportamiento suele ser típico de la mayoría de los adolescentes, también pueden ser signos de depresión. Los cambios de humor y la irritabilidad, pueden hacer que te preguntes si tiene algún problema de salud mental, o simplemente es un adolescente. 

¿Cómo saber si un adolescente tiene depresión?

La depresión es un trastorno emocional que hace que quien la padece experimente una tristeza constante y una pérdida de interés a la hora de desarrollar actividades, e incluso cotidianas. 

Pero antes de entrar en cómo ayudar a un adolescente con depresión, veamos los síntomas que pueden manifestarse en los adolescentes:

  • Irritabilidad excepcional
  • Ataques de ira
  • Cansancio, falta de motivación y aturdimiento
  • Dolores o problemas estomacales. 
  • Bajo interés por actividades que antes desarrollaba. 
  • No quiere pasar tiempo con familiares o amigos
  • Bajada de calificaciones o interés educativo
  • Palabras negativas o críticas hacía uno mismo
  • Hablar de muerte o suicidio.

Si notas estos síntomas, todos o casi todos los días durante un periodo medio o largo, es probable que tu hijo pueda estar sufriendo depresión. A continuación, te doy unos tips de cómo abordar el tema con delicadeza e intentando ofrecer apoyo. 

¿Cuánto dura la depresión en la adolescencia?

Este periodo en un adolescente con depresión sin tratamiento profesional puede variar desde semanas a varios meses e incluso años. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de los adolescentes suelen recuperarse entre 4 y 6 meses.

Cómo ayudar a un adolescente con depresión: 9 consejos

A continuación vamos a ver cómo ayudar a un adolescente con depresión con 9 consejos o tips.

1. Pregunta (y sigue preguntando)

Si crees que tu hijo o hija puede estar sufriendo depresión, intenta buscar momentos tranquilos y privados para mantener una conversación con él o ella. Puede ser útil que la conversación se realice solo con el padre o la madre, ya que enfrentarse a los dos padres al mismo tiempo podría agobiarlo o crear un ambiente de confrontación.

En esta conversación, explícale los comportamientos que te preocupan o te han llamado la atención. Por ejemplo:

  • Me preocupa el por qué has dejado de pasar tiempo con tus amigos últimamente.
  • Estoy preocupado porque duermes más de lo habitual. 
  • He notado que hay más situaciones en las que te irritas 
  • Estoy preocupado porque no te has esforzado mucho en el colegio últimamente

Después, es recomendable continuar con preguntas abiertas, como por ejemplo:

  • ¿Te ha pasado algo con tus amigos que te haya hecho cambiar de opinión sobre ellos?
  • ¿Podrías explicarme qué te molesta?
  • ¿Qué es lo que te hace sentir así?
  • ¿Estás pensando en la muerte?

Ten en cuenta que, cuando hablamos sobre el suicidio y las ideas suicidas no estamos dando ideas sobre ello. Se trata de un mito muy extendido pero sin ninguna base. Más bien todo lo contrario, hablar sobre esas ideas y pensamientos facilitará que el adolescente se sienta apoyado y comprendido. 

En estos casos, además de escuchar y apoyar, es importante que consultes con un profesional de la salud mental. Un psicólogo especialista podrá ayudar a tu hijo o hija en esta situación.

2. ¿Estás preparado para escuchar?

Una segunda forma de cómo ayudar a un adolescente con depresión es acercarse a ellos a través de la escucha activa. Así podrás ayudarle a sentirse escuchado. 

Lo primero es terminar lo que estás haciendo (trabajar, planificar comidas o llevar a los otros niños a la cama) tan pronto como puedas y tratar de no dejar pasar el momento. 

La depresión a veces hace que las personas se sientan como una carga para sus seres queridos. Esto significa que pueden interpretar que  “¡Solo 5 minutos!” es un rechazo. Lo que les hace dudar a la hora de “molestar” de nuevo. 

Si no puedes atenderle en ese momento, tómate un momento para explicárselo. “Quiero prestarte toda mi atención, pero primero tengo que terminar esto. Tardaré unos 45 minutos, pero luego podré concentrarme solamente en ti”.

Cuando llegue el momento de hablar:

  • Préstale toda tu atención 
  • Evita interrumpirle, terminar sus frases o completar sus pausas. Permítele expresarse, incluso si le cuesta.
  • Concéntrate en sus palabras, no en lo que quiere decirte. 
  • Resumen todo lo que te dijo para asegurarte que lo comprendes “Parece que te sientes triste y desesperado por la vida y no puedes encontrar la energía para hacer nada. ¿Es correcto?
  • Si no estás seguro de lo que significan, pídele una aclaración.

También es posible que no comprenda exactamente cómo se siente, pero evita minimizar o invalidar su dolor diciendo cosas como:  “Oh, no es tan malo”, “Todo el mundo se siente así a veces” o “Estaba de mal humor todo el tiempo cuando era adolescente, pero crecí”.

Por último, intenta ponerte en su lugar, ofrece compasión y validación a lo que siente. Por ejemplo, puedes usar frases como:

  • “Puedo ver cómo te sientes agobiado por estos pensamientos”
  • “Suena doloroso, pero no estás solo. Estoy aquí para apoyarte”
  • “Me imagino que sentirse triste todo el tiempo debe ser agotador. Estás pasando por muchas cosas”

3. Ayúdalo a obtener apoyo

Tu apoyo y comprensión puede marcar la diferencia sobre cómo ayudar a un adolescente con depresión, aunque el apoyo de un profesional suele ser la mejor manera de mejorar los síntomas. 

Si no te sientes preparado para afrontar esta situación sin ayuda, puedes buscar apoyo en personas de su entorno con las que se sienta cómodo. Personas como, el orientador escolar, el entrenador o su profesor favorito, puede ayudarle a sentirse más cómodo con la idea de ir a terapia. Es posible que estén más dispuestos a plantearse la idea cuando otros adultos de confianza los animan a comunicarse. 

Hablar sobre lo que sucede en la terapia también puede ayudar a normalizar el proceso. Si parecen preocupados de ser hospitalizados o de verse obligados a tomar medicamentos, explicale que un terapeuta escuchara sus pensamientos, les ofrecerá apoyo sin prejuicio y los ayudará a explorar formas de empezar a sentirse mejor. 

También puedes explicarle que los medicamentos pueden ayudarle a aliviar los síntomas graves, pero que hay otras opciones de tratamiento.

4. Dale un poco espacio

Otra de las cosas que puedes hacer sobre cómo ayudar a un adolesce con depresión es intentar animar al adolescente a mantenerse activo e involucrarse en las tareas del hogar. Esta es otra de las acciones que pueden ayudarlo a seguir sintiéndose apoyado. Pero ten en cuenta que puede haber momentos en los que no se sienta preparado para hacer muchas cosas. 

Recuerda que la depresión es una enfermedad. Si tuviera gripe, le darías un descanso de las tareas de casa o del instituto, ¿verdad?. La depresión puede agotar su energía y evitar que realice un esfuerzo habitual. 

Por ejemplo, le podría resultar más difícil concentrarse, moverse más lento de lo habitual o parecer frustrado y demasiado crítico cuando comete un error. 

Por eso, anímalo a hacer lo que pueda y ofrécele recordatorios amables en vez de criticar que no lo haya hecho o se le haya olvidado. En su lugar, ofrécele ayuda con las tareas y encuentra formas de hacerlas más agradables. 

5. Sal de la rutina

Los cambios en el estilo de vida pueden tener muchos beneficios para los síntomas de la depresión.  Ejemplos de cómo ayudar a un adolescente con depresión, incluir más actividad física, una alimentación saludable, disfrutar de paseos bajo el sol, seguir una rutina a la hora de dormir.

La incorporación de estos cambios a la rutina familiar puede mejorar el bienestar tanto de tu hijo o hija como de toda la familia. 

Además, como beneficio adicional, los nuevos hábitos pueden aumentar el tiempo que pasáis en familia, haciendo que se sienta más conectado y apoyado. 

6. Fomenta las relaciones de apoyo

Para acabar con estos tips o consejos sobre cómo ayudar a un adolescente con depresión te recomiendo fomentar que tu hijo o hija mantenga las amistades. Esto le ayudará a seguir sintiéndose conectado socialmente, incluso cuando tenga dificultades. 

Considera relajar temporalmente sus reglas habituales de socialización. Si por lo general no permites salidas nocturnas, puedes hacer alguna excepción hasta que mejoren los síntomas. Siempre puedes hacer que esas salidas sean tiempo para pasar en familia. 

También vale la pena animarlos a que prueben actividades o pasatiempos nuevos, como aprender a tocar un instrumento, practicar algún deporte, o dar clases de arte. El voluntariado y otros actos caritativos, como ayudar a los vecinos, también puede ayudar a aliviar los sentimientos de depresión. 

Cómo ayudar a un adolescente con depresión 9 tips neurita blog de psicologia

Lo que NO hacer para ayudar a un adolescente con depresión

Si lo que buscas es saber cómo ayudar a un adolescente con depresión, también es importante saber todo lo que NO hacer en estos casos. A continuación te dejo tres comportamientos a evitar:

1. Críticas y castigos

En circunstancias normales, puedes responder a los exámenes suspensos y a las tareas incompletas castigando a tu hijo, limitando el tiempo que pasa con sus amigos o con el teléfono. 

La depresión no es una justificación para el mal comportamiento, pero es importante separar los efectos de la depresión de las malas acciones reales. Quitarle el teléfono, o el método principal que utilice para comunicarse con sus amigos, podría empeorar las cosas. Ya que lo que consigues es que se sienta aún más aislado.

En vez de eso puedes, por ejemplo, hacerle saber que comprendes que está teniendo dificultades y anímalo a seguir intentándolo. Como alternativa al tiempo frente a la pantalla, podrías sugerirle que invite a un amigo a estudiar, jugar, o a salir juntos. 

Otra opción es trabajar junto a él, para encontrar soluciones. Podrías decirle: “Sé que es difícil hacer las tareas del hogar cuando te sientes así. ¿Qué crees que puedes hacer ahora mismo?”. Recuérdale que lo quieres, y le apoyas pase lo que pase. 

2. Juzgar el comportamiento autolesivo

Puede ser muy doloroso que haya comenzado a hacerse daño físicamente y que en ese momento te plantees «cómo ayudar a un adolescente con depresión«. Para nada es bueno ignorar las autolesiones. Porque si tu hijo lo hace, es muy probable que esté pensando en el sucidio. 

Tu primer instinto puede ser registrar su habitación y quitarle las herramientas que utiliza para hacerse daño o mantenerlo vigilado en todo momento. Pero estas respuestas, pueden resultar perjudiciales, ya que puede ser sentir miedo o vergüenza. 

Una respuesta comprensiva y sin prejuicios siempre para un adolescente con depresión, por ejemplo, sería: “¿Puedes contarme más sobre los sentimientos que te hacen hacerte daño?” o “Veo que tienes mucho dolor, pero me preocupa tu seguridad. ¿Podríamos hablar de algunas otras cosas para probar que podrían ayudar?

3. Tómate las cosas de forma personal

Por último, en cómo ayudar a un adolescente con depresión, es posible que no quiera hablar sobre sus sentimientos o compartir lo que le pasa. Pero  es importante que comprendas que es totalmente normal. 

Por un lado tu quieres saber qué le ocurre, pero por otro no es aconsejable presionarlo para que exprese lo que siente. Así no ayudarás a que se sienta cómodo y se abra. Recuérdale que estás ahí cuando se sienta listo para hablar y dale su propio espacio . 

En resumen…

Conoces a tu hijo, por lo que probablemente sepas cuándo algo no va bien. Si con regularidad parece debilitado o irritable, es posible que tu hijo pueda tener un cuadro de depresión. Si tienes sospechas busca ayuda en un Psicólogo especialista para saber cómo ayudar a adolescentes con depresión

Y sobre todo, no olvides transmitirle que lo apoyas y que harás todo lo necesario para apoyarlo. Puede que te ignore, pero te escuchara y tus palabras pueden marcar la diferencia. 

Pero recuerda, la depresión no la provoca nadie, ni él, ni tú. 

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