Cada día más escucho eso de Mi pareja no me incluye en su vida. ¿Te ha pasado alguna vez que estás saliendo con alguien y sientes que te oculta de su entorno?

¿Te presenta como un amigo o una amiga, o directamente no te presenta? ¿No te invita a sus reuniones familiares o sociales, o te pone excusas para no ir a las tuyas? ¿No sube fotos contigo a las redes sociales, o ni siquiera te sigue en ellas?

Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, es posible que estés siendo víctima de una práctica muy extendida en las relaciones de pareja: el pocketing.

En este artículo te explicaré qué es el pocketing, por qué se produce, qué señales puedes observar para identificarlo y cómo puedes gestionarlo en tu relación de pareja.

¿Qué es el pocketing? Mi pareja no me incluye en su vida

El pocketing es un término inglés que significa «embolsillarse» y que se refiere al ocultamiento de una relación de pareja. Esta práctica tiene lugar cuando uno de los miembros de la relación evita a toda costa que las personas a su alrededor conozcan su noviazgo. Para ello, termina llevando a cabo ciertos comportamientos insólitos que no tienen explicación alguna.

El pocketing no se refiere a los momentos iniciales de la relación, cuando puede ser normal querer preservar la intimidad y la discreción. Se trata de una situación que se produce cuando la relación ya está consolidada y se espera un cierto grado de compromiso y formalidad.

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¿Por qué mi pareja no me incluye en su vida?

Las razones por las que una persona puede hacer pocketing a su pareja pueden ser muy variadas, pero en general se podría considerar que es el reflejo de una falta de compromiso.

Algunos motivos por los que tu pareja no te incluye en su vida pueden ser:

  • Falta de interés de acercar la relación a su entorno.
  • Relaciones pendientes de cerrar con ex parejas o incluso relaciones paralelas.
  • Duda respecto a la relación que estáis construyendo, o dificultad de compromiso.
  • Historia previa que haya generado desconfianza por el temor a que no funcione y afrontar de nuevo el fracaso.
  • Miedo a perder su identidad propia en la pareja y diferenciarse de esa etiqueta en la sociedad.
  • Miedo a confrontar las creencias religiosas o ética familiar por las características de la relación que estáis construyendo.

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¿Qué consecuencias tiene el pocketing?

El pocketing no solo implica que la pareja te oculte de su entorno, sino que también tiene muchas consecuencias emocionales para la persona que lo está sufriendo, pero también para la que lo ejerce.

Algunas de las consecuencias que pueden aparecer en las personas que lo sufren son:

  • Sentirse poco merecedora de ser querida, que hay algo negativo en ella que hace que tenga que estar oculta.
  • Sentir inseguridad, celos y desconfianza respecto a la relación y a la otra persona.
  • Sufrir baja autoestima, ansiedad y depresión por sentirse rechazada y excluida.
  • Perder ilusión, motivación y esperanza por la relación y por el futuro.
  • Tener conflictos frecuentes con la pareja por reclamar más visibilidad y reconocimiento.

Algunas de las consecuencias que pueden aparecer en las personas que lo ejercen son:

  • Sentirse culpable, egoísta y deshonesto por ocultar a su pareja y mentirle.
  • Sentir estrés, ansiedad y miedo por ser descubierto o por tener que enfrentarse a su entorno.
  • Perder credibilidad, confianza y respeto ante los demás por ser inconsistente e incongruente con sus acciones.
  • Tener problemas de comunicación, intimidad y afectividad con su pareja por no expresar sus sentimientos ni sus necesidades.
  • Arriesgarse a perder a su pareja por no valorarla ni cuidarla como se merece.

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¿Cómo gestionar que mi pareja no me incluya en su vida?

Si estás viviendo una situación de pocketing en tu relación de pareja, lo primero que debes hacer es identificarla y reconocerla. Para ello, puedes fijarte en algunas señales de alarma como:

  • Evitar salir a sitios públicos con la pareja, o hacerlo en lugares lejanos al núcleo social o en horarios poco concurridos.
  • No presentar a la pareja como tal ante los demás, o directamente no presentarla.
  • No invitar a la pareja a reuniones familiares o sociales, o poner excusas para no asistir a las suyas.
  • No subir fotos con la pareja a las redes sociales, o ni siquiera seguirla en ellas.
  • Poner excusas constantes respecto a todo lo que involucre un compromiso de pareja.

Una vez identificado el problema, lo siguiente es comunicarlo con tu pareja. Es importante expresar cómo te sientes, qué necesitas y qué esperas de la relación. También es importante escuchar cómo se siente tu pareja, qué le impide incluirte en su vida y qué soluciones puede ofrecer. La comunicación debe ser asertiva, respetuosa y empática.

Si después de hablarlo con tu pareja no hay cambios ni mejoras en la situación, puede ser conveniente buscar ayuda profesional. Un psicólogo o una psicóloga puede ayudarte a entender qué está pasando en tu relación, qué factores están influyendo y cómo puedes manejar tus emociones. También puede ayudarte a tomar decisiones sobre tu relación y sobre tu bienestar.

Finalmente, recuerda que mereces una relación sana, equilibrada y satisfactoria. Una relación donde te sientas querida, valorada e incluida. Una relación donde puedas compartir tu vida con tu pareja sin miedos ni secretos.

Una relación donde puedas ser tú misma sin tener que ocultarte ni ocultar nada.

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