Si la misofonía no era suficiente, se estima que 1 de cada 3 personas padecen una condición relacionada llamada misokinesia. Pero, ¿sabes qué es la misokinesia?
¿Qué es la Misokinesia?
Si la misofonía es un «odio» a ciertos sonidos, se puede decir que la misokinesia es algo así como el «odio» o aversión a ciertos movimientos. Pero no cualquier movimiento, sino esos que son pequeños y repetitivos y, a menudo, involucran las manos y/o la cara.
Las personas que sufren de misokinesia sienten una combinación de pánico frenético y confusión si ven que alguien se toca repetidamente la cara, juguetea con algo o hace otros movimientos irregulares. Siente ansiedad, ira o incluso disgusto al ver un gesto repetitivo. La inquietud y los temblores provocan así “una fuerte respuesta afectiva o emocional negativa”.
Es importante aclarar que la misokinesia no es un trastorno mental ni una condición lo suficientemente grave por sí sola como para requerir ayuda profesional urgente. De hecho, aún no están claras sus causas, síntomas o tratamiento.
Algunos de los síntomas son:
- Irritabilidad e incluso enfado cuando alguien hace movimientos corporales repetitivos.
- Sentir ansiedad cuando por ejemplo, alguien se cruje los dedos, cierra y abre un bolígrafo, aprieta con la mano una pelota antiestrés…
Como consecuencia, la persona afectada suele alejarse de personas que hacen este tipo de movimientos repetitivos.
1 de cada 3 personas sufre misokinesia
Se trata de un concepto relativamente nuevo, pero ya se sospechaba desde hacía un tiempo de su existencia. Así lo encontramos en una investigación neerlandesa del 2014, realizada por la Universidad de Ámsterdam en la que ya se anticipó la existencia de la misokinesia.
En esta investigación sobre la misofonía, observaron que buena parte de su muestra experimental también se sentían incómodos al ver y escuchar determinados movimientos corporales.
Este fenómeno extraño ha sido poco estudiado, sin embargo he encontrado una investigación sobre la misokinesia reciente. Un equipo de científicos de la Universidad de Columbia Británica (UBC) en Canadá, publicado el 26 de agosto de 2021 en scientific reports, revela que una de cada tres personas tiene misokinesia.
En esta investigación se llevó a cabo una serie de experimentos con 4.100 personas. Se encuestó a estudiantes universitarios y luego a un panel representativo de la población. Los participantes respondieron si los estímulos visuales a los que fueron sometidos les provocaban o no una emoción negativa.
Los resultados del estudio fueron que un tercio de la muestra se sentía angustiada cuando aparecían movimientos repetitivos. En el día a día, estos gestos reducían el placer experimentado en determinadas situaciones sociales y en el trabajo.
La misokinesia no es un “tic” sino que expresa ansiedad cuando las personas a su alrededor inconscientemente comienzan a moverse. Tampoco proviene de una mayor sensibilidad visual o una incapacidad para ignorar las distracciones, según este estudio.
¿Qué causa la misokinesia?
Aún no se han encontrado las causas de esta aversión al movimiento, pero los investigadores ofrecen algunas vías de reflexión. Según ellos, la respuesta se encuentra en nuestro cerebro, que alberga las conocidas neuronas espejo. Un fenómeno ligado al sentimiento de empatía.
Estas neuronas, que se activan cuando nos movemos y cuando otros se mueven, podrían ser las causantes de este trastorno. Uno de los autores ilustra esta teoría con un ejemplo:
“Cuando vemos que alguien tiene dolor, el dolor se extiende por nosotros. Cuando las personas inconscientemente se agitan es porque están ansiosas, observarlas también nos pone ansiosos a nosotros” .
Esto es solo un estudio sobre la misokinesia, pero aún queda mucho por investigar así como determinar si hay un componente genético en esta susceptibilidad.
A pesar de lo poco estudiado, está claro que este fenómeno inusual es más común de lo que entendemos.
Qué hacer si sufres misokinesia
Como este problema afecta de manera diferente a cada persona, las acciones a tomar son diferentes. Es cuestión de tiempo que se aborde en profundidad este problema y que se descubra cómo gestionar este fenómeno psicológico.
Aún así, como ya he comentado anteriormente, este problema no se considera un trastorno mental ni un problema lo suficientemente grave como necesitar tratamiento psicológico.
No obstante, la ansiedad generada por este problema puede afectar a la vida social, laboral, académica y familiar, en cuyo caso sí que sería recomendable acudir a un psicólogo.
De hecho, el tratamiento que se recomienda es para gestionar esa ansiedad que produce la misokinesia. Técnicas de relajación y respiración profunda, mindfulness o técnica de la visualización y exposición son algunas de las herramientas que puede usar el psicólogo.
¿Sufres misokinesia? No estas solo, tu problema es real y bastante común.
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