Todos, en algún momento, hemos dicho eso de «lo tengo en la punta de la lengua» cuando no conseguimos encontrar esa palabra que queremos utilizar. Es lo que se conoce como anomia, y en algunos trastornos psicológicos ocurre constantemente.

A continuación encontrarás una guía completa sobre la anomia, desde qué es a cuales son los síntomas pasando por su tratamiento.

¿Qué es la anomia?

La anomia puede entenderse como una dificultad para encontrar las palabras previamente conocidas y utilizadas. Algo así como un tenerlo en la punta de la lengua contante. Además, esta dificultad puede ser desde muy ligera a severamente incapacitante.

Son personas que ven reducido su vocabulario como consecuencia de una alteración neurológica, daño cerebral o enfermedad que repercute en el funcionamiento del sistema nervioso central.

A pesar de que utilizamos anomia, lo más apropiado es utilizar anomias, en plural. El motivo es que existen diferencias cualitativas entre las manifestaciones de la anomia. En concreto hay tres formas de anomia.

Tipos de anomia

¿Por qué tres formas de anomia? Porque cada tipo de anomia depende un procesos cognitivos diferente. En otras palabras, como hay tres procesos cognitivos en la producción de palabras, la anomia recibe el nombre dependiendo de dónde se encuentre la dificultad.

Los tres procesos cognitivos en la producción de palabras son:

  • El sistema semántico: opera “preparando el significado que se pretende producir.”
  • El léxico fonológico: se encarga de “recuperar la palabra que mejor expresa ese significado.”
  • El almacén de fonemas: activa “cada uno de los fonemas que componen la palabra.”

Veamos el proceso de producción de palabras es el siguiente con un ejemplo. Nos presentan la fotografía de un canario enjaulado para que digamos cómo se llama.

En primer lugar accederíamos a algunos conocimientos al respecto, como por ejemplo: es un pájaro, es pequeño y de colores vivos, canta, puede ser un animal de compañía…

En segundo lugar, generaríamos mentalmente varias etiquetas candidatas que entrarían en competición hasta dar con la más adecuada. Por ejemplo: periquito, jilguero, loro… ¡canario!

Por último, sería necesario seleccionar los sonidos que componen la palabra. Por ejemplo / k /, / a /, / n /, / a /, / r /, / i /, / o /.

1. Anomia Semántica

Hablamos de anomia semántica cuando falla el proceso de activación de los conceptos y representaciones de significado de los objetos. Las personas con anomia semántica han perdido parte de su conocimiento y memoria, siendo incapaces de acceder a las representaciones conceptuales.

Por eso, las personas afectadas por este tipo de anomia tienen dificultades tanto al emitir las palabras como al comprender el significado de los objetos y palabras que se les presentan.

  • En la anomia semántica se tiene dificultades con: ¿qué es esto?

2. Anomia Léxica o Pura

La anomia pura o anomia léxica se produce cuando falla el proceso de acceder a la palabra adecuada. En esos casos, la persona afectada sabe lo que quiere decir, comprende el significado del concepto que pretende transmitir, pero no consigue recordar su nombre.

La experiencia subjetiva es similar a la situación acostumbrada de tener algo en la punta de la lengua.

  • En la anomia léxica se tiene dificultades con: ¿cómo se llama?

3. Anomia Fonológica

En el caso de la anomia fonológica se produce cuando existen dificultades en la recuperación de los sonidos constitutivos de la palabra.

Es decir, sabe qué es lo que tiene delante, sabe cómo se llama y recupera bien la etiqueta que le pertenece, pero tiene problemas a la hora de seleccionar los sonidos que conforman las palabras produciendo errores de sustitución, omisión y/o adición de sonidos.

  • En la anomia fonológica se tiene dificultades con: ¿qué sonidos componen la palabra?

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Evaluación, diagnóstico de la Anomia

Para diseñar un programa de terapia que se ajuste mejor a las necesidades del caso, es necesario que el terapeuta invierta tiempo en la evaluación neuropsicológica.

Para la evaluación y diagnóstico puede contar con tres índices diferenciadores de las anomias:

  • La ejecución en las tareas de distinta naturaleza lingüística.
  • Las variables y características de los estímulos ante los que aciertan y ante los que fallan.
  • Los tipos de errores que cometen en la producción de palabras.

Veamos los índices uno a uno a continuación.

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La ejecución en las tareas

Cada tipo de anomia hará que el rendimiento inferior más prominente sea más prominente en unas tareas que en otras. Pero esto no quiere decir que exclusivamente rindan bajo con unos test y no con otros. Ojalá fuese tan sencillo. Es más habitual encontrarse cuadros neuropsicológicos con alteraciones múltiples. De ahí surge la necesidad de integrar la información.

Pero para que puedas hacerte una idea, vamos a partir de la base de que todas las personas con anomia tendrán problemas en las pruebas de denominación. Se puede evaluar a través de la confrontación visual como por ejemplo el Test de Vocabulario de Boston.

👉 Anomia semántica

Para la identificación de la anomia semántica se emplean tareas que demandan acceder al significado de los objetos. Es importante resaltar que hay que evaluar tanto la capacidad de producir palabras como la capacidad de comprender palabras. Las tareas son:

  • Tareas de clasificación semántica: consistentes en ordenar palabras y/o dibujos en grupos de significado.
  • Tareas de asociación semántica: como el Pyramids and Palm Trees Test en que tiene que observar y buscar la relación entre parejas de conceptos que comparten rasgos, se utilizan juntos, aparecen en el mismo contexto de la vida real…
  • Tareas de juicios de sinonimia: en las que el sujeto debe decidir si dos palabras propuestas expresan o no un mismo significado.
  • Tareas de emparejamiento palabra–dibujo: tan sencillas como emparejar palabras escritas o habladas con las imágenes adecuadas.

👉 Anomia léxica o pura

Para la identificación de la anomia léxica o anomia pura serán determinantes los resultados en los test de denominación por confrontación visual.

El terapeuta razonará aquí por descarte, ya que el anómico puro completa mal la tarea que es problemática para los tres tipos de anomia como en el test de vocabulario de Boston. Pero rendirá razonablemente bien en las pruebas que son sensibles a los otros dos tipos de anomia. Como por ejemplo en tareas semánticas para la anomia semántica y tareas de repetición para la anomia fonológica.

👉 Anomia fonológica

Para la identificación de la anomia fonológica se aplican actividades en las que se demanda la recuperación y pronunciación de fonemas. Como la repetición de sonidos, sílabas, palabras y frases pronunciados por el evaluador así como de la lectura en voz alta de diferentes textos.

Las características de los estímulos

Existen variables de los estímulos que se emplean en las pruebas que, al estudiarlas con detenimiento, ayudan a reconocer el tipo de anomia que padece la persona afectada.

Los rasgos de los estímulos pueden repercutir en la precisión y en los errores que cometen. Pero, también es muy importante es la velocidad con que se emiten las respuestas.

Los pacientes con afasia, y los pacientes neurológicos en general, rara vez experimentan una destrucción completa de cierto proceso cognitivo. Más bien los daños en el sistema suelen ser parciales y suelen repercutir en la eficiencia de las operaciones, lo cual se traduce en un enlentecimiento del procesamiento de la información.

👉 Anomia semántica

Para los proceso semánticos, la capacidad de imaginar es una variable fundamental. Es decir, el grado en que un concepto se puede visualizar mentalmente con facilidad o, por el contrario, apenas puede describirse en imágenes de un modo preciso y compartido por los hablantes de una lengua.

Para entender un poco mejor esto te voy a poner un ejemplo. Si te digo mesa, puedes visualizar en tu mente la configuración espacial de sus partes y componentes. Sin embargo si te digo que imagines la lealtad, un concepto abstracto, es probable que se defina mejor por su relación con otros conceptos.

Los pacientes con anomia semántica experimentarán mayores errores y mayor enlentecimiento con las palabras poco imaginables.

👉 Anomia léxica o pura

Para los procesos léxicos, las variables fundamentales serían la frecuencia de uso y la edad de adquisición.

La frecuencia de uso es la asiduidad con que las palabras se emplean en la vida cotidiana. Hay palabras con las que nos encontramos a menudo al hablar y al leer como por ejemplo casa. Mientras que otras que aparecen en menos ocasiones como por ejemplo ansiolítico.

En cuanto a la edad de adquisición se refiere al momento de la vida en que se aprenden. Hay palabras que aprendemos en los primeros años de vida, como por ejemplo leche. Mientras que otras que adquirimos más tarde, cuando disponemos de los recursos cognitivos necesarios para comprender su significado como puede ser autopista.

La persona con anomia léxica será más propenso al error ante las palabras poco frecuentes y con las palabras que haya adquirido más tarde.

👉 Anomia fonológica

En cuanto a los procesos fonológicos, la longitud de la palabra y la complejidad articulatoria serán las variables de interés.

La longitud de la palabra consiste en el número de fonemas y sílabas que la componen. Mientras que la complejidad articulatoria se refiere a que existen palabras cuyos sonidos y sílabas componentes se pueden combinar más fácilmente que otras. Por ejemplo es más fácil emperador que transcribir.

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Error anómico: 9 formas más importantes

Ha llegado el momento de descubrir cuales son los errores anómicos más importantes.

  • Error semántico (o parafasia semántica): consiste en utilizar la etiqueta verbal de un concepto que se relaciona por su significado con aquel que realmente se pretende transmitir. Por ejemplo, si dice “perro” cuando se le muestra un caballo está cometiendo un error semántico. A veces el error se produce articulando una palabra que describe el nivel jerárquico superior. Decir “animal” en lugar de “caballo”.
  • Error fonológico (o parafasia literal): consiste en la omisión de sonidos, en su sustitución o en el intercambio de sus posiciones dentro de la palabra. Por ejemplo decir “capallo”.
  • Neologismo: cuando la magnitud de los errores fonológicos hace incomprensible al oyente lo que el paciente articula hablamos de un neologismo. Por ejemplo pronunciar algo como “ayago”.
  • Error mixto: consiste en articular una palabra que, por su afinidad con la pretendida, podría considerarse tanto una deformación fonológica como semántica. Un ejemplo es si dice “loro” ante el dibujo de un “toro”.
  • Circunloquio: son estrategias de compensación que desarrollan para mantener abierta la comunicación y hacer llegar el mensaje que desean. Por ejemplo, un circunloquio consistiría en decir “para hacer la comida” ante la imagen de una sartén.
  • Error morfológico: cuando se emplean palabras derivadas o que comparten una misma raíz. Un ejemplo consistiría en decir “zapato” ante la imagen de una zapatería.
  • Error perseverativo: cuya naturaleza estriba en repetir una palabra recientemente utilizada, hace pocos segundos o minutos. Se pronuncia con independencia de que pueda guardar o no relación semántica o relación fonológica con el nombre de la imagen que se presenta en ese instante.
  • Respuesta no relacionada: cuando utiliza una etiqueta arbitraria que, sin que el terapeuta sepa bien cómo ni por qué, ha asociado con el objeto que tiene delante. Por ejemplo, si dice “partitura” ante la imagen de un caballo no podemos atribuir inicialmente que exista relación semántica o fonológica.
  • No respuesta: cuando la persona decide no emitir ningún sonido o declara que no sabe el nombre del objeto.

Tratamiento de la anomia

El tratamiento dependerá, en gran medida, de dónde se encuentre el problema. En cualquier caso debe estar basado en la rehabilitación desde una perspectiva multidisciplinar. Destacando la importancia de la terapia de lenguaje por parte de un logopeda.

En otros casos, especialmente en los derivados de demencias, puede ser de gran utilidad la terapia ocupacional y la psicología.

En cuanto a las actividades de rehabilitación de la anomia son realmente útiles las tareas de emparejamiento entre dibujos y palabras. O tareas en que deban juzgar si diversas palabras son o no sinónimas en casos de anomia semántica.

En caso de las anomias puras o léxicas emplear tareas en las que se puedan usar pistas fonéticas, así como el priming (primero se presenta la palabra y posteriormente el dibujo del concepto o elemento), tareas de completar palabras y/o oraciones o generación de rimas. 

En los casos de anomia fonológica suelen ser de utilidad la lectura en voz alta y tareas de imitación y repetición.

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