Sé que tú también has mirado el reloj cuando eran las 11:11 😊 Spoiler: no solemos mirar el reloj a las 11:11. Es lo que se conoce como apofenia y si sigues leyendo este artículo sabrás por qué ocurre.

Apofenia. ¿Por qué solemos mirar el reloj a las 11:11?

Si haces una búsqueda rápida en internet, estoy segura de que encontrarás varios artículos que hablan sobre este curioso suceso.

Algunas personas creen que el 1 representa cosas positivas como fuerza, energía y creatividad. Y que si lo ves cuatro veces, es una señal de buena suerte. Pero esto no tiene ninguna base científica. Son solo creencias sin fundamento.

Pero en realidad, no es que mires el reloj más a esa hora en concreto que a otras. Es solo que te llama más la atención cuando ves cuatro números iguales. Esto se llama apofenia, y es la tendencia a encontrar patrones o conexiones donde no los hay. Todos lo hacemos alguna vez, y no tiene nada de malo, a menos que te obsesiones con ello.

¿Qué es la apofenia?

La apofenia es la tendencia a percibir patrones o conexiones donde no los hay. Básicamente, nos fijamos más en ciertos sucesos si estamos predispuestos a ellos.

Es un fenómeno que todos experimentamos alguna vez, pero que puede ser problemático si se convierte en una obsesión o una creencia irracional. Y puede estar relacionada con el pensamiento mágico, la superstición, la religión o la parapsicología.

Según el neurólogo y psiquiatra alemán Klaus Conrad, quien acuñó el término en 1958, la apofenia implica ver conexiones sin motivos y darles un significado anormal. Por ejemplo, creer que mirar el reloj a las 11:11 es una señal de buena suerte o que pensar en alguien hará que te llame por teléfono. 

Cuando una persona desea o teme quedarse embarazada, puede tener la sensación de que hay muchas mujeres embarazadas a su alrededor. Esto no significa que haya más embarazos de lo normal, sino que su atención se centra en este tema. Esto se llama sesgo de confirmación, y es una forma de apofenia.

El sesgo de confirmación consiste en buscar o interpretar la información que confirma nuestras creencias o hipótesis, ignorando la que las contradice. Por ejemplo, si creemos que el número 13 da mala suerte, nos fijaremos más en las cosas malas que nos pasen ese día, y olvidaremos las buenas. Este sesgo puede afectar a nuestro juicio y a nuestra toma de decisiones. 

Apofenia y pareidolia, ¿están relacionados?

Sí, la apofenia y la pareidolia están relacionados, ya que ambos son fenómenos psicológicos que consisten en percibir patrones o conexiones donde no los hay.

La pareidolia que implica reconocer formas o imágenes familiares en objetos o estímulos ambiguos, como ver caras en las nubes o en las manchas de una pared.

Así, mientras la apofenia consiste en encontrar conexiones y patrones entre sucesos, la pareidolia, implica asociar objetos o imágenes. Ambos fenómenos se consideran sesgos cognitivos, es decir, errores o distorsiones en el procesamiento de la información.

Y es que el cerebro humano está diseñado para buscar patrones y simplificar la realidad, pero a veces crea ilusiones o falsas asociaciones que no se corresponden con la evidencia.

Eso sí, es importante que sepas que la apofenia y la pareidolia suelen ser sesgos normales y hasta divertidos, siempre y cuando no se conviertan en una obsesión o una creencia irracional

👀 Pareidolia: cuando ves caras y formas en objetos.

Pareidolia 1 • Neurita | Blog de Psicología

¿Qué causa la apofenia?

Según una publicación del psiquiatra y neurólogo Peter Brugger, la apofenia podría deberse a un exceso de dopamina en el cerebro.

La dopamina es un neurotransmisor que interviene en el aprendizaje, la motivación y el placer. Brugger ha realizado varios estudios al respecto, y ha encontrado que las personas que tienen una mayor tendencia a ver patrones o conexiones inexistentes también tienen niveles más altos de dopamina.

Otros investigadores, como Michael Shermer, consideran la apofenia como un fenómeno totalmente normal, propio de lo humano. Destacando que a lo largo de los años han ayudado a la supervivencia de la especie.

Lógicamente, si ocurre de forma puntual, como con las llamadas telefónicas o los embarazos, no es algo preocupante. Pero si se da de manera muy repetida y llega a causar obsesión, como le ocurre al protagonista de la película El número 23, ya sí estaríamos ante algo patológico (de la que te dejo el tráiler justo abajo). De hecho, las personas con esquizofrenia suelen experimentar apofenia muy frecuentemente. 

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Ejemplos de apofenia o pensamiento mágico

A veces, cuando nos sentimos inseguros o ansiosos, buscamos patrones o señales que nos den certeza o tranquilidad. Puede que ahora mismo no caigas en ninguna ocasión en la que te ha pasado. Por eso te dejo algunos ejemplos de apofenia o pensamiento mágico:

  • Te mareas porque hay algo mágico que te afecta, como puede ser la energía negativa de otras personas o la disposición de los muebles.
  • Tienes un examen, y te llevas ese bolígrafo o ropa especial que te ayudará a aprobar, aunque no hayas estudiado lo suficiente.
  • Esperas el resultado de una operación, y de repente ves algo, cualquier detalle, que para ti es una señal de que todo irá bien o mal, como la sonrisa de un enfermero o el nivel de agua de una máquina.

Estas son solo algunas situaciones en las que puedes caer en la apofenia, pero hay muchas más. Lo importante es ser conscientes de este sesgo cognitivo, y no dejarte llevar por él.

La realidad es más compleja y azarosa de lo que creemos, y no podemos controlarla con pensamientos mágicos. Lo mejor es confiar en la evidencia científica y en nuestro propio criterio.

👉 En este punto, te recomiendo echar un vistazo a: Pensamientos intrusivos: 6 estrategias

¿Cómo saber si tengo apofenia?

Es normal que todos experimentemos apofenia alguna vez, ya que nuestro cerebro está diseñado para buscar sentido a la realidad. Sin embargo, la apofenia puede convertirse en un problema cuando afecta a nuestro juicio, nuestra toma de decisiones o nuestra salud mental.

Para saber si tienes apofenia, puedes hacerte las siguientes preguntas:

  • ¿Sueles ver señales o mensajes ocultos en cosas cotidianas, como números, horas, colores o formas?
  • ¿Crees que hay una relación causal entre eventos que solo son coincidencias o que dependen de otros factores?
  • ¿Te dejas llevar por creencias o supersticiones sin evidencia científica, como la numerología, la astrología o el tarot?
  • ¿Te obsesionas con encontrar patrones o significados en la información que recibes, aunque sea aleatoria o irrelevante?
  • ¿Tienes dificultades para aceptar la incertidumbre, el azar o la complejidad de la realidad?

Si respondes afirmativamente a estas preguntas, es posible que tengas una tendencia a la apofenia. Esto no significa que tengas una enfermedad o un trastorno, pero sí que podrías beneficiarte de algunas estrategias para reducir este sesgo cognitivo. Como por ejemplo:

  • Buscar fuentes fiables y contrastar la información antes de creerla o compartirla.
  • Ser crítico y escéptico con las afirmaciones que no tienen sustento científico o lógico.
  • Reconocer y cuestionar las propias creencias y prejuicios que pueden influir en la percepción de la realidad.
  • Practicar el pensamiento racional y analítico, evitando las generalizaciones y las simplificaciones.
  • Aprender a tolerar la ambigüedad y la incertidumbre, sin buscar explicaciones forzadas o ilusorias.

Ahora ya sabes qué es la apofenia, ¿la has tenido alguna vez?

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