A medida que los países se urbanizan cada vez más, la creciente población mundial pasa cada vez menos tiempo expuesta a entornos naturales (Cox et al, 2018). El 55% de la población mundial vive en áreas urbanas y se espera que esto aumente al 68% para 2050 (Naciones Unidas, 2018). Desafortunadamente, la urbanización no solo significa pasar menos tiempo en entornos naturales, sino más tiempo destruyéndolos y reduciendo la cantidad de espacios verdes en todo el mundo (Collins, 2014). Aparte de los efectos ambientales perjudiciales de esto, la pérdida de estos espacios verdes, y la reducción del tiempo que se pasa en ellos, conlleva efectos muy negativos en nuestra salud mental y bienestar emocional.

Cuando las personas caminan en entornos naturales (en lugar de urbanos), muestran una mayor evidencia de alivio del estrés. Experimentan niveles más bajos de cortisol y reducciones temporales en la presión arterial y la variabilidad de la frecuencia cardíaca (Song et al 2016; Bratman et al 2012). Ya sea una visita de 15 minutos a un parque verde, o unas vacaciones de una semana en el bosque, relajarse en espacios verdes puede tener efectos beneficiosos inmediatos en la fisiología del estrés. Por ejemplo, 10 a 30 minutos de contemplación tranquila en la naturaleza pueden afectar el resto de tu día, reduciendo los niveles de la mencionada hormona del estrés, el cortisol (Hunter et al 2019).

¿La exposición a los espacios verdes nos protege de desarrollar trastornos psiquiátricos? ¿Reduce nuestro riesgo de deprimirnos o desarrollar síntomas psicosomáticos relacionados con el estrés? ¿Qué ocurre con el riesgo de depresión y el suicidio? Los espacios verdes están relacionados con un menor riesgo de depresión incluso después de que los investigadores hayan corroborado y excluido otros factores como la genética y los elementos ambientales de la infancia.

Existen múltiples teorías psicológicas sobre cómo la naturaleza ayuda a mejorar nuestra salud mental. Las dos teorías predominantes sobre cómo la naturaleza produce estos efectos positivos en el bienestar mental son la Teoría de Restauración de la Atención (ART), acuñada por Stephen y Rachel Kaplan en el 1989, y la Teoría de Reducción del Estrés (SRT) propiciada por Roger Ulrich en el 1983.

La Teoría de Reducción del Estrés (SRT)

La Teoría de Reducción del Estrés (SRT) propugna que la naturaleza promueve la recuperación del estrés y que los entornos urbanos tienen precisamente el efecto contrario, al fomentar múltiples trastornos psicológicos a los que especialistas en salud mental suelen enfrentarse es las consultas de terapia psicológica. Roger Ulrich propone que la estancia en entornos naturales no amenazantes (por ejemplo un espacio verde se consideraría seguro) activa una respuesta emocional positiva.

Estar en la naturaleza produce una conexión innata universal, promoviendo los efectos fisiológicos de presión arterial más baja, frecuencia cardíaca y aumento de la atención que a su vez bloquean pensamientos y emociones negativas (Ulrich et al, 1991).

El impacto de la densidad poblacional humana en el estrés viene siendo corroborado cada vez más por la literatura: múltiples estudios confirman que la vida urbana se asocia con un incremento del riesgo de sufrir trastornos mentales en comparación con áreas rurales. En concreto los investigadores sugieren que existe un 40% más de posibilidades de caer en depresión, un incrementado riesgo de trastornos de estrés y ansiedad, el doble de riesgo de esquizofrenia. (Rodríguez et al, 2002).

La investigación de Ulrich, que curiosamente era profesor de arquitectura y de urbanismo, halló que los espacios cerrados, sin salida o con una salida difícil de localizar, como puede ocurrir en la grandes ciudades, son potenciadores del estrés al estimular el sistema simpático (amenaza y alerta).

Ulrich sugiere que cuando se percibe estrés, podemos encontrar alivio precisamente en un entorno lo más parecido a lo que vivían nuestros ancestros, la sabana con vegetación y agua. Traducidos en términos reales y actuales: espacios verdes amplios y extendidos, de calidad y posiblemente socializados con la densidad poblacional adecuada.

Zonas verdes y salud mental en las ciudades 2 • Neurita | Blog de Psicología

La Teoría de Restauración de la Atención (ART)

La teoría ART de Stephen y Rachel Kaplan trabaja en torno a la idea de que tenemos diferentes tipos de atención: voluntaria o involuntaria, y que esta última no requiere esfuerzo. Después de usar la atención voluntaria experimentamos ‘fatiga de atención’, reduciendo nuestras capacidades cognitivas y aumentando la fatiga mental. Según los Kaplan, cuando usamos nuestra atención involuntaria nos da tiempo para restaurar nuestra atención voluntaria. A partir de esto, los Kaplan han sugerido la naturaleza actúa como un poder restaurador al proporcionar cuatro procesos:

  • Fascinación suave: la naturaleza atrae la atención sin esfuerzo: por ejemplo el fluir del agua en un río es un fenómeno totalmente natural que permiten que la atención voluntaria descanse.
  • Lejanía: una oportunidad para distanciarse de las actividades y pensamientos rutinarios.
  • Extensión: los espacios naturales proporcionan experiencias de profunda inmersión, involucrando la mente y haciéndonos descansar de las preocupaciones.
  • Compatibilidad: la naturaleza provee entornos que se adaptan bien a las necesidades básicas humanas, proporcionando una sensación de armonía.

Según Kaplan, los espacios verdes también pueden tener efectos directos en la salud mental, brindándonos distracciones relajantes y subidones naturales. Las vistas y los sonidos de la naturaleza ofrecen a nuestros cerebros la oportunidad de relajarse. El tipo de atención que se requiere no es la misma que prestamos cuando estamos en el aula o en el entorno laboral. Esto nos permite recuperarnos del estrés y la fatiga mental (Kaplan 1995).

Beneficios para la salud mental de las zonas verdes

Cada vez hay más evidencia que sugiere que estar en la naturaleza tiene efectos positivos en la salud mental de las personas. Entonces, ¿qué tienen los entornos naturales que son buenos para la salud mental y el bienestar? Vamos a resumirlos en este párrafo.

  • Los estudios han demostrado que los espacios verdes pueden reducir los niveles de estrés (Wells et al, 2003) y reducir las tasas de depresión y ansiedad, reducir los niveles de cortisol (Park et al, 2010) y mejorar el bienestar general.
  • Un simple paseo por la naturaleza, o por el parque de tu ciudad, no solo puede mejorar tu estado de ánimo, sino también mejorar tu función cognitiva y su memoria (Berman et al, 2012).
  • Las zonas verdes pueden proporcionar un amortiguador contra los impactos negativos en la salud de los eventos estresantes de la vida. Un estudio holandés mostró que los residentes con una mayor área de espacios verdes dentro de un radio de 3 km tenían una mejor relación con los eventos estresantes de la vida (Van den Berg et al, 2010)
  • Los niños y niñas que han crecido en áreas urbanas con menos densidad de vegetación, tienen un riesgo aproximadamente un 28 % mayor de desarrollar trastornos neuróticos, relacionados con el estrés o psicosomáticos. Estos niños también tenían un mayor riesgo de trastornos del estado de ánimo (+ 20 %), trastorno obsesivo-compulsivo (+ 20 %) y abuso de sustancias (+ 28 %) (Engemann et al, 2019).
  • Un estudio de casi 250.000 estadounidenses adultos, halló que estas personas tenían un menor riesgo de depresión si vivían en bloques con altos niveles de vegetación (Brown et al, 2018).
  • Varias investigaciones sugieren que es más probable que las escenas de naturaleza activen nuestro sistema nervioso parasimpático, el sistema que nos ayuda a calmarnos y recuperarnos de eventos estresantes (Park et al, 2010; Berto 2014; Van den Berg et al, 2015; Hunter et al, 2019).
  • Otros estudios experimentales han demostrado que aquellos que realizan ejercicio en ambientes naturales una vez a la semana tienen aproximadamente la mitad del riesgo de mala salud mental que aquellos que no lo hacen (Mitchell, 2013).
  • Algo tan simple como la exposición a ambientes naturales puede ser fisiológicamente restaurador. Esto significa que estar en un entorno natural al aire libre puede tener efectos positivos para la salud mental debido a los procesos biológicos positivos generados en el cuerpo (Conniff et al, 2014).
  • Un estudio reciente encontró que aquellos que tenían acceso a espacios naturales durante los cierres de COVID-19, tenían niveles más bajos de estrés y aquellos que podían ver la naturaleza desde casa tenían menos angustia psicológica (Ribeiro et al, 2021)
Zonas verdes y salud mental en las ciudades 1 • Neurita | Blog de Psicología

¿Pueden los espacios verdes reducir el riesgo de suicidio?

Según un estudio realizado en los Países Bajos por el Dr. Marco Helbich los espacios verdes tienen un impacto en la tasa de suicidio. Los investigadores calcularon la “densidad de la vegetación” en 398 municipios holandeses diferentes.

¿Estaban las diferencias locales en la “densidad de vegetación” vinculadas con las tasas locales de suicidio? Una vez aislados los demás factores (ceteris paribus), los investigadores hallaron que vivir cerca de espacios verdes redujo el riesgo de suicidio.

En comparación con los municipios con menor cantidad de vegetación, los municipios con niveles moderados de vegetación tuvieron una tasa de suicidio 8% menor. Los municipios con mayor cantidad de vegetación tuvieron una tasa de suicidio 12% menor.

Además el equipo del Dr. Helbich demostró que vivir cerca de parques y bosques, los conocidos ‘espacios verdes’, reduce las tasas de prescripción de antidepresivos y el riesgo de suicidio.

Zonas verdes privadas y públicas

La calidad de los espacios verdes es importante. Por ejemplo, los niños experimentan menos dificultades psicológicas cuando viven cerca de espacios verdes y parques urbanos de alta calidad (Francis et al 2012; Balseviciene et al 2014).

Las áreas verdes privadas pueden aislar socialmente, lo que puede contrarrestar los beneficios para la salud mental de los mismos espacios verdes. Por esta razón, algunas personas pueden considerar que los parques urbanos (espacios verdes, seguros y de alta calidad que fomentan la socialización) protegen más su bienestar mental.

En un estudio realizados sobre vecinos y vecinas en Chicago, los investigadores encontraron que la “densidad de vegetación” del vecindario ayudó a reducir los niveles de estrés de las personas. Pero al mismo tiempo, las personas que viven en áreas muy verdes a menudo experimentan niveles más bajos de apoyo social.

En realidad no fue la gran cantidad de espacio verde lo que más ayudó a los vecinos, sino un tipo específico de espacio verde: los parques públicos urbanos. Presumiblemente, eso se debe a que estos parques proporcionaron los beneficios de la naturaleza, al mismo tiempo que fomentan que las personas se sientan conectadas con otros miembros de su comunidad (Fan et al 2011).

Recomendaciones

El naturalista escocés John Muir escribió: «en cada paseo con la naturaleza, uno recibe mucho más de lo que busca». Los espacios verdes, de calidad, públicos y compartidos proporcionan un indudable beneficios en términos de salud mental y de prevención de múltiples trastornos psicológicos.

Los legisladores, y los responsables administrativos locales, deberían implementar políticas de creación y ampliación de las áreas verdes en las zonas urbanas siendo decisiva la inversión pública en este sentido. Estas políticas deberían priorizar las zonas verdes frente a alternativas menos saludables como son los parking para coches o las mismas arterias para vehículos motorizados cuyo densidad deberían reducir estrictamente.

Si necesitas ayuda para solucionar un problema psicológico que sigue generando malestar en ti, considera la opción de la terapia online te ayudará a recorrer un proceso de sanación y de curación. En terapia podemos ejecutar un tratamiento o podemos hacer un proceso de autoconocimiento y crecimiento personal con el objetivo de ampliar nuestra salud mental y bienestar físico.

¡Cuídate y cuida del medio ambiente!