Cuando los niños sufren algún trastorno o enfermedad, los padres buscan todas las alternativas posibles para hacer de la vida del pequeño más feliz y tranquila es por ello que hoy en día se recurre mucho a la equinoterapia el cual es un tratamiento completamente recomendado para los más pequeños de la casa, pero esto no quiere decir que se dejaran a un lado las indicaciones del médico; este es únicamente un complemento para potenciar la independencia y seguridad en los chicos.

Por esta razón, hemos preparado el presente post, el cual está cargado de mucha información que te será de ayuda a la hora de buscar otras opciones para ayudar a tu pequeño o sugerir a alguien que lo necesite, así que continúa leyendo para que te orientes y adquieras nuevos conocimientos.

¿Qué es la equinoterapia?

La equinoterapia es una estrategia utilizada de manera complementaria para terapia, donde con la ayuda de un caballo se puede realizar rehabilitación física y emocional; aquí el niño crea una conexión con el animal, estimulando así diferentes aspectos como ejemplo: detención de discapacidades, desarrollo de potenciales y también otorga nuevas capacidades. En la actualidad, existen diferentes capacitaciones como el curso de equinoterapia el cual te permite mejorar la calidad de vida de personas con discapacidades y que requieren de diferentes métodos para aumentar su confianza y tener una inclusión en la sociedad.

Es importante destacar, que no se puede tomar esta técnica como único tratamiento, ya que solo es un complemento que servirá de ayuda siempre que trabaje en conjunto con otras técnicas terapéuticas. Por otra parte, hay que recalcar que como es una actividad al aire libre y con contacto con la naturaleza, se fomenta el desarrollo psicológico, el cual se ve afectado muchas veces por las diferentes enfermedades o limitaciones.

Beneficios de la equinoterapia

Dentro de un curso neuropsicología y equinoterapia se pueden aprender diferentes técnicas y beneficios que repercuten de forma positiva en niños con discapacidades que van desde el espectro autista hasta parálisis cerebral y a continuación se presentan:

  • Resulta ser una terapia positiva para aquellos niños con musculatura baja y problemas de postura y equilibrio; ya que por medio del rebote que se realiza al estar encima del caballo hay un mayor control en el tronco.
  • La concentración y coordinación son aspectos que se trabajan gracias a este tipo de terapia.
  • El niño crea vínculos con el animal, fomentando así las relaciones sociales y las conexiones con otras personas.
  • La capacidad respiratoria de los niños mejora.
  • Es ideal para reducir el miedo y temor al fracaso.
  • Es un estimulante ideal para generar motivación e independencia.
  • La equinoterapia es realmente fundamental para potenciar el aprendizaje.
  • Es fundamental para dar respuesta a condiciones de riesgo.
  • Disminuye considerablemente los niveles de ansiedad.
  • Otorga en los niños el sentimiento de amor y respeto hacia los animales.

Efectos de la equinoterapia

El trote del caballo permite diferentes movimientos en la pelvis y el tronco del niño lo cual influye de forma positiva para el desarrollo de los músculos, el equilibrio, la concentración y muchas otras destrezas que son fundamentales, especialmente cuando el pequeño tiene algún trastorno. De igual forma, hace que el niño esté más alerta y tenga mejor confianza en sí, ya que saldrás un rato de la sobreprotección de los padres y podrá identificar que es capaz de hacer cosas por si solo.

Por si fuera poco, con la ayuda de la equinoterapia el niño adquiere diferentes aprendizajes y estimulaciones, como ejemplo al tacto por el contacto con la piel del animal y por medio del calor de este último el paciente le dirá adiós a las tenciones y se genera mayor relajación de los músculos.

Ten presente las características del caballo

Hay que tener presente que no todos los caballos pueden emplearse para este tipo de terapia, generalmente estos son capacitados para ello y además deben cumplir con una serie de requisitos y pasar por diferentes pruebas como la de docilidad, equilibrio, obediencia, entre otras. Asimismo, el animal debe estar completamente sano y tener una adecuada alimentación, acompañado de una condición de vida estable para transmitir al niño confianza y tranquilidad.

Finalmente, estos no deben tener ningún tipo de problema relacionado con su marcha y deben ser tranquilos para asegurar así que no asusten o causen algún trauma psicológico en el pequeño.