Cuando se acerca tu cumpleaños o el de alguien cercano nos rompemos la cabeza para encontrar qué regalarle, con que sorprenderle o qué frases de cumpleaños escribir en la tarjeta como las que puedes encontrar en frasesdecumpleanos.top
Pero la fecha de nacimiento oculta mucho más de lo que piensas, sobre todo a nivel psicológico. Y no, no he perdido el norte ni me he pasado al lado astrológico, es un efecto muy frecuente y que pasa desapercibido: el efecto del número de cumpleaños.
Este efecto es uno de los efectos psicológicos mas desconocidos y, sin duda, uno de mis favoritos. ¿Afecta tu fecha de nacimiento a tu salud mental, a tu autoestima o a tu personalidad? Sigue leyendo y descubre los estudios que demuestran cuán importante es tu cumpleaños.
Efecto número de cumpleaños
El efecto del número de cumpleaños es la tendencia subconsciente a preferir los números que conforman la fecha de su cumpleaños sobre cualquier otro número. Depende en gran medida de la edad, el género y, a veces, de la personalidad de un individuo. A menudo se observa que el efecto es más prominente para números mayores de 12, pero este efecto se ha visto en todos los países.
La primera vez que se habló de este efecto fue en 1997 por los psicólogos japoneses Shinobu Kitayama y Mayumi Karasawa.
Estos investigadores observaron que los estudios mostraban repetidamente que los japoneses no buscaban mantener y mejorar su autoestima, a diferencia de los europeos y estadounidenses. Sin embargo, la investigación realizada con algunos participantes occidentales encontró que tenían algunas creencias falsas. Se sentían mejores que el promedio, se atribuían el mérito del éxito y culpaban a otras personas por los fracasos. Sin embargo, en los estudios a japoneses no encontraron este tipo de tendencia.
A los investigadores les parecía poco probable que los japoneses no tuvieran sentimientos positivos asociados a sí mismos. Por lo que plantearon la hipótesis de que, de alguna manera, los japoneses no permiten que estos sentimientos se detecten abiertamente.
Experimentos
Para probar esto, realizaron dos experimentos en los que ocultaron el objetivo de evaluar la autoestima, midiendo en cambio la autoestima implícita. Debido a que, por definición, la autoestima implícita no es accesible a la introspección, sus medidas no se basan en autoinformes directos sino en el grado en que los objetos asociados con el yo generan pensamientos positivos versus negativos.
- El primer experimento fue una réplica del estudio de Nuttin de 1987 sobre la preferencia de letras, buscando un efecto vinculado a las letras del nombre del participante.
- El segundo experimento involucró números, buscando un efecto vinculado a los números que representan el día del mes en que nació un participante (entre 1 y 31) y el mes de su cumpleaños (entre 1 y 12).
El primer experimento reveló un efecto nombre-letra: un gusto mejorado por las letras del propio nombre del participante. Mientras que el segundo reveló un efecto del número de cumpleaños. Las puntuaciones medias de gusto para diferentes tipos de números mostraron que los participantes preferían de forma desproporcionada los números en su cumpleaños. El efecto fue más fuerte para números más altos, más de 12, que para números más bajos. Y además, las mujeres mostraron un mayor agrado por los números en su cumpleaños que los hombres.
Explicaciones al Efecto número de cumpleaños
Kitayama y Karasawa concluyeron que los hallazgos de ambos experimentos eran más consistentes con la hipótesis de que la preferencia se debe a un apego al yo. Estos sentimientos se filtran a estímulos que están estrechamente asociados con el yo, no solo nombres y fechas de nacimiento, sino también, implícitamente, las letras y números que los constituyen.
Al que se viera más frecuentemente en números más altos de 12, los investigadores argumentaron que ocurría porque en la vida diaria estos números están menos saturados con otros significados, además de sus asociaciones con los cumpleaños.
Una explicación alternativa para el efecto del número de cumpleaños es la mera exposición. Si fuera los números del cumpleaños se usan de manera desproporcionada en la vida diaria, esa preferencia sería por ser uno de los números más frecuentes en al vida de esa persona. Pero Kitayama y Karasawa argumentaron que incluso si las personas vieran más los números de su propio cumpleaños, sería insignificante en comparación con la cantidad total de números que encuentran en la vida diaria.
Kitayama y Karasawa concluyeron que los japoneses sí tienen sentimientos cálidos hacia sí mismos, al igual que los estadounidenses y los europeos, pero que estos sentimientos se enmascaran cuando se les pide explícitamente. Ellos especularon que la razón de este enmascaramiento radica en la tendencia japonesa a prestar atención a las características negativas e indeseables para mejorar su yo.
¿Está la enfermedad mental vinculada al mes de nacimiento?
Pero, además de este efecto, he investigando sobre si hay una vinculación entre el mes de nacimiento y la salud mental. Y a pesar de lo aleatorio que puede parecer, en algunas investigaciones se han encontrado relaciones que nos dejan mucho que pensar.
En un estudio de 2012, un grupo de investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres investigó si el riesgo de esquizofrenia, trastorno bipolar y depresión mayor aumentaba según el mes de nacimiento. Estos investigadores observaron a más de 29 millones de personas de la población general de Inglaterra, 58,000 de las cuales fueron diagnosticadas con una de estas tres condiciones.
Los bebés de invierno tenían el mayor riesgo de esquizofrenia y trastorno bipolar, siendo enero el mes de nacimiento más común para este grupo. Mientras tanto, los bebés de primavera parecían estar en mayor riesgo de depresión, que demostró un pico casi significativo en mayo.
La esquizofrenia tuvo mínimos significativos para las personas nacidas en julio, y el trastorno bipolar tuvo mínimos significativos para las personas nacidas en agosto y septiembre. Las personas nacidas en noviembre eran significativamente menos propensas a sufrir depresión.
Otro equipo de investigación británico (Salib & Cortina-Borja, 2006) examinó los datos de casi 27.000 suicidios entre 1970 y 2001 y descubrió que las personas nacidas en abril, mayo y junio tenían el mayor riesgo de suicidio. Su riesgo era un 17 por ciento más alto que el de las personas cuyos cumpleaños coincidían en otoño o invierno.
¿Porqué afecta nuestra fecha de nacimiento en nuestra salud mental?
Los científicos no están muy seguros de por qué algunos meses de nacimiento están relacionados con una mayor incidencia de trastornos de salud mental, aunque hay algunas posibilidades.
Una posibilidad es que el mes de nacimiento influya en nuestro reloj biológico. En un estudio 2011, los científicos encontraron que los ratones nacidos en invierno eran menos capaces de adaptarse a un ciclo de luz de verano que los ratones nacidos en otras estaciones. Nuestra capacidad para regular nuestro reloj biológico está fuertemente ligada al estado de ánimo. Los investigadores especularon que las dificultades con estos ritmos biológicos podrían aumentar el riesgo de trastornos de salud mental en los humanos nacidos en el invierno.
Otro posible candidato es la vitamina D. Los niveles más bajos de vitamina D podrían afectar de manera factible al cerebro en desarrollo, lo que podría explicar las tasas más altas de enfermedades mentales para las personas nacidas en el frío invierno o la primavera húmeda. Un estudio danés en 2010 encontraron que las personas con los niveles más bajos de vitamina D al nacer tenían más probabilidades que otras de desarrollar esquizofrenia más adelante en la vida.
Las infecciones también pueden ser, al menos parcialmente, las culpables. Durante el invierno, es más probable que una madre tenga gripe. ¿Podría esto influir potencialmente en el desarrollo del bebé? Las diferentes estaciones también contienen diferentes alérgenos que podrían estresar el sistema de la madre y cambiar el desarrollo fetal. Incluso los cambios estacionales en la dieta de la madre durante la gestación pueden ser suficientes para causar problemas en el futuro.
Una reflexión para llevar a casa
Tranquilo, respira. No entres en pánico, porque a pesar de los estudios, los efectos encontrados son relativamente pequeños y de ninguna manera sellan ni marcan el destino de nadie.
Los investigadores tienen una ardua tarea para descubrir los factores de riesgo de los trastornos mentales. A medida que la neurociencia crece y se desarrolla, se identificarán más factores de riesgo y se elaborarán más soluciones.
Bibliografía por orden de aparición:
- Kitayama, Shinobu; Karasawa, Mayumi (1997). «Autoestima implícita en Japón: nombres de letras y números de cumpleaños». Boletín de Personalidad y Psicología Social . 23 (7): 736–742.
- Nuttin, Jozef M., Jr. (1987). «Consecuencias afectivas de la mera propiedad: El efecto de la letra del nombre en doce idiomas europeos». Revista europea de psicología social . 17 (4): 381–402.
- Disanto G, Morahan JM, Lacey MV, DeLuca GC, Giovannoni G, Ebers GC, et al. (2012). Seasonal Distribution of Psychiatric Births in England. PLoS ONE 7(4): e34866. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0034866
- Salib, E., & Cortina-Borja, M. (2006). Effect of month of birth on the risk of suicide. British Journal of Psychiatry, 188(5), 416-422. doi:10.1192/bjp.bp.105.009118
- Ciarleglio, C., Axley, J., Strauss, B. et al. (2011). Perinatal photoperiod imprints the circadian clock. Nat Neurosci 14, 25–27 . https://doi.org/10.1038/nn.2699
- McGrath JJ, Eyles DW, Pedersen CB, et al. (2010). Neonatal Vitamin D Status and Risk of Schizophrenia: A Population-Based Case-Control Study. Arch Gen Psychiatry.;67(9):889–894. doi:10.1001/archgenpsychiatry.2010.110
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