Llega la Navidad y tu hijo adolescente lleva ya varios años insistiendo en que quiere un móvil, o una videoconsola, o un ordenador… me da igual.

No deja de pedirlo, una y otra vez, cual martillo pilón, a ver si de tanto insistir lo consigue.

Hasta ahora te has mantenido firme, pero no sabes si te estás pasando de exigente.

Muchos de sus amigos tienen y puede que tengas miedo a que se esté aislando al no tenerlo.

Por otro lado, puede que tu hijo ya lo tenga, ya sea porque alguien de tu familia se lo ha regalado o porque cediste sin haberlo pensado demasiado…

Si ya lo tiene, estoy seguro de que más de un día has pensado, “¡a qué mala hora!” Y no me extraña.

Si tu hijo ya lleva tiempo conviviendo con una pantalla, no tienes un hijo, tienes un yonqui en casa. Un verdadero adicto e intentar reeducarlo es realmente frustrante.

¿Imposible? No, para nada, pero muy frustrante si no tienes la estrategia, las herramientas y el guía adecuado para hacerlo.

Sea como sea quiero contarte cuáles son los 3 requisitos que les digo a las Familias Estelares que acompaño para saber si tu hijo está preparado para tener un móvil:

Primero, tu hijo debe saber autogestionarse.

Es decir, tu hijo debe saber ponerse sus propios límites. Porque sino, tener una pantalla en casa, como te he dicho, convivirás con un adicto y un adicto no sabe administrar su droga.

Consume toda la puede, siempre que puede.

¿Cómo puedo saber que mi hijo sabe autogestionarse? Fácil.

Si le dices apaga, apaga. Nada de “en seguida”, “ya voy”, “Sí, sí, ahora”…

Si te dice que va a estar una hora, está una hora. No se hace el remolón para ver si se te pasa y puede rascar unos cuantos minutos más.

Si le dices que primero los deberes, primero los deberes.

Si le dices dame el móvil, no arde Troya. Puedo entender que ponga mala cara, pero no te la lía parda.

Si tu hijo hace alguna de esas… no está preparado para tener móvil.

Punto.

Y si ya lo tiene, debes ponerte manos a la obra para aprender cómo gestionarlo, porque sino… irá a peor.

Segundo, tu hijo debe tener alternativas de ocio y de relación.

Si el ocio de tu hijo solo se basa en estar delante de una pantalla… ¡Qué peligro!

Si para relacionarse con sus amigos siempre tiene que haber una pantalla de por medio… te garantizo que la situación no va a ir a mejor.

Yo se lo digo muy, muy claramente: “cada nivel que subes en un videojuego es un nivel menos que subes en tu vida”.

Si solo te relacionas con el mundo a través de esa pantalla, no eres tú quien sube de nivel, es el personaje con el que estás jugando.

Si solo aprendes a hablar, a comunicarte o a defenderte a través de la pantalla, no eres tú quien aprende a hacer todo eso, es tu versión digital.

Ni te imaginas la cantidad de adolescentes que he conocido que, atraes de un móvil, se atreven a ligar, a ser los más valientes y plantarle cara a cualquiera o incluso pretenden mostrar una imagen de “éxito” cuando si vieras como tienen su cuarto daría hasta vergüenza…

Y si te encuentras cara a cara con ese mismo adolescente te encontrarías con un Sheldon Cooper, a social perdido, o un Denver, con cero gestión emocional y con la chulería por bandera…

Da igual que sean chicos o chicas la adicción no diferencia entre los géneros.

Las pantallas pueden ser bienvenidas si se usan con consciencia y complementadas con la vida real, si son la única opción… Haz saltar todas las alarmas.

Tercera condición, tú debes ser ejemplo.

Tu hijo jamás hará caso a lo que dices, solo hará aquello que tú hagas y si el móvil es una extremidad más de tu cuerpo… no lo dudes también lo será para él.

Si cada tiempo muerto estás mirando el móvil, si tu ocio lo dedicas a la pantalla, si cada vez que suena una notificación es una prioridad para ti, si siempre está el móvil a mano…

¿Qué clase de ejemplo eres para él?

Me da igual que sea por trabajo o porque tú ya eres adulto… ¿Qué autoridad eres si no eres ejemplo? Ninguna.

Si estas tres condiciones no se cumplen, tu hijo no está preparado para convivir con una pantalla, pero esto solo es la punta del iceberg, si quieres entender a tu hijo y aprender a relacionarte con él de una forma totalmente diferente encontrarás mucho más en www.familiasestelares.com.

Empieza, cuánto antes y si ya la has liado, recuerda, todo es salvable, nunca es tarde.

Por mucho más.

Autor: Vicent Gines 

de familias estelares. Especialista en la resolución de conflictos familiares, ha sido Maestro de primaria, cuenta con estudios superiores de mediación, también fue profesor del Postgrado de Mediación de la facultad de Magisterio de la Universidad de Valencia.