Las redes sociales como TikTok, Instagram, Facebook y Twitter son cada vez más populares entre la población joven. Pero su uso puede ser peligroso en algunos casos, especialmente cuando se trata de desafíos virales, según comenta la Directora del Centro Orbium Marian García en este video.

A continuación ponemos sobre la mesa la adicción a redes sociales y los peligros de los retos virales en adolescentes.

Adicción a redes sociales

La adicción a las redes sociales en adolescentes es un problema creciente que preocupa a profesionales y padres por igual. La exposición constante a las redes sociales puede tener un impacto negativo en la salud mental y emocional de los adolescentes, lo que puede resultar en problemas de comportamiento y relaciones sociales.

Una de las principales causas de la adicción a las redes sociales es la necesidad de aprobación social y validación de los demás. Los adolescentes pueden sentir una gran presión para mantenerse al día con las tendencias y modas de las redes sociales y seguir retos virales que pueden resultar peligrosos. Todo por conseguir un puñado de «likes» y comentarios en sus publicaciones o hacerse famosos. Además, también causar una disminución en la autoestima y aumentar la ansiedad social.

Los adolescentes (y los no tan adolescentes) pueden pasar horas desplazándose por sus feeds, sin darse cuenta del tiempo que han pasado en línea. Y es que, las aplicaciones de redes sociales, cada vez más fomentan el consumo de contenido rápido que se consume de forma automática para pasar al siguiente.

Aquí es donde entran en juego el autocontrol, los límites y la regulación del tiempo que pasan en las redes sociales. Una mala gestión de estas tres áreas pueden llevar a una adicción.

Retos virales en adolescentes

Como ya he adelantado, los jóvenes hacen retos virales para sentir que ‘encajan’, que son parte de la comunidad y que están al tanto de las tendencias. Pero también lo hacen para conseguir fama, like, ganar popularidad y, por lo tanto, mayor aceptación

Sin embargo, algunos de estos desafíos pueden ser muy peligrosos y han acabado en noticias trágicas. Por ejemplo, el «trick shot» de la cafetera con leche y chocolate ha causado la explosión de muchas cafeteras.

Pero no solo eso, los jóvenes también se enfrentan a comentarios despectivos, racistas, sexistas… y es que la sobreexposición, las críticas externas o el compararse con los demás pueden precipitar el desarrollo de trastornos mentales relacionados con las adicciones, la conducta alimentaria, autolesiones o la baja autoestima entre otros.

¿Qué puedo hacer como madre o padre?

Establecer límites y horarios para el uso de las redes sociales, así como fomentar la autoestima y la autovalidación son algunas de las cosas que podemos hacer como padres o madres.

Si nuestro hijo o hija es menor de edad, debemos supervisar sus actividades en línea para prevenir posibles riesgos para su seguridad. Es crucial estar alerta al acoso que pueden sufrir, ya que el ciberacoso es muy común en este grupo de edad y no suelen pedir ayuda hasta que ya es demasiado tarde.

Además, es importante inculcar valores y advertirles sobre los peligros de las redes sociales y cómo navegar de manera segura y saludable.

A veces, como padres, podemos evitar reconocer la realidad y justificar el comportamiento de nuestros hijos diciendo cosas como «todos lo hacen» o «es que si no se enfada conmigo». Sin embargo, es fundamental que evaluemos cada caso individualmente, seamos objetivos y tomemos medidas para proteger su salud y bienestar integral.

Si sospechas que tu hijo o hija está desarrollando una dependencia hacia su teléfono móvil, Internet o las redes sociales, no dudes en contactor con un profesional.