«Tengo que salir solo», «puedo manejarlo», «lo dejo cuando quiera» son algunas de las frases que más se escuchan relacionadas con las adicciones. Sin embargo, conforme pasa el tiempo, estas personas siguen consumiendo drogas, alcohol, apostando, comprando compulsivamente…

Porque para superar una adicción, sea del tipo que sea, se requiere un programa de desintoxicación seguro, planificado, con criterio y apoyado por profesionales de algún centro de tratamiento de adicciones. En determinados casos, la fase de desintoxicación de adicciones se puede realizar de forma ambulatoria, pero en la mayoría se requiere hospitalización en un centro especializado.

¿Qué es la desintoxicación?

La desintoxicación es el proceso de limpiar el cuerpo de drogas o alcohol que un individuo ha consumido. Su propósito es el de controlar de manera segura los síntomas de abstinencia cuando alguien deja de consumir sustancias. Para ello se utilizan algunos medicamentos que ayudan en el proceso.

La duración del tratamiento de desintoxicación depende de diferentes factores, como el tipo de droga, la cantidad o cuánto tiempo se lleva tomando, entre otros.

¿Puedo desintoxicarme en casa?

Elegir desintoxicarse en casa puede ser peligroso y potencialmente mortal. Dejar una sustancia que nos genera dependencia de golpe o sin supervisión médica puede provocar problemas graves, como convulsiones y deshidratación severa.

Es por ello que existen programas de desintoxicación que ayudan a prevenir estas complicaciones peligrosas. Las personas con adicciones severas deben buscar una desintoxicación hospitalaria porque la abstinencia puede ser fatal.

Fases del tratamiento de desintoxicación

El tratamiento de desintoxicación de sustancias se realiza a través de un tratamiento personalizado y adaptado a cada caso. En general, el tratamiento se divide en tres etapas:

1. Evaluación exhaustiva y contrato terapéutico para alcanzar la abstinencia de las sustancias

La primera etapa consiste en una evaluación exhaustiva del caso así como la firma de un contrato terapéutico para alcanzar la abstinencia.

La evaluación comienza con la entrevista de diagnóstico. Con esos datos se crea el tratamiento adecuado en cada caso y se determina el tipo y grado de consumo de sustancias, los aspectos médicos y psicológicos así como las consecuencias psicológicas directas e indirectas del consumo de sustancias, entre otros datos importantes y necesarios.

Por otro lado, el paciente firma un contrato de compromiso donde se detallan cuándo, dónde y cómo llevar a cabo la desintoxicación, el método para mantener la abstinencia después de la desintoxicación, autorización para realizar pruebas de orina… entre otras.

2. Periodo de recuperación temprana

En esta segunda etapa comienza la desintoxicación propiamente dicha, donde se elimina la sustancia del organismo para conseguir la estabilidad física, sin que el organismo eche ya en falta la sustancia. El tratamiento especializado intenta evitar la aparición de complicaciones. Para ello, se utilizan medicamentos de eficacia probada, intentando que en este trance el paciete se encuentre lo más cómodo posible.

Tras la desintoxicación comienza la fase de deshabituación se lleva a cabo en pacientes que no sufren los efectos de la abstinencia a la sustancia. Para ello, es importante el apoyo de la terapia psicológica que tiene como objetivo el llegar a vivir sin consumir, mejorar su funcionamiento psicosocial y tener unos hábitos saludables.

En otras palabras, esta segunda fase consiste en la aplicación de las diferentes estrategias y métodos para mantenerse libre de drogas y alcohol que el profesional ha considerado oportuno en cada caso. Para ello, se utiliza la psicoterapia con técnicas cognitivo-conductuales enfocada a la seguridad y el control. En esta fase, se desarrolla mucho el autocuidado y la autoprotección para no incurrir en conductas autodestructivas y, sobre todo, en el consumo de sustancias.

3. Recuperación avanzada

En esta etapa se consolida el cambio y se llevan a cabo los planes y proyecto de vida futuros. La reinserción del paciente en su entorno es el objetivo final de todo el proceso. Para ello es imprescindible un seguimiento médico, psicológico y social del paciente hasta llegar a este objetivo plenamente.