Si estás irritado y frustrado a causa del estrés, necesitas proteger tu salud mental. Hay ciertas actividades que te permitirán retomar tu serenidad y calma en medio de la ajetreada vida moderna.

La pandemia trajo consigo una ruptura del tabú asociado al bienestar mental. Todavía hay un largo camino por recorrer, pero la psicología irá tomando fuerzas renovadas.

Múltiples investigaciones avalan la eficacia de prácticas como ejercitarse, tomar una ducha, el contacto con la naturaleza o dormir bien para combatir el estrés.

Destaca también ir a terapia para una regulación a largo plazo. Si te cautiva la mente humana y quieres especializarte con un diplomado en psicología, encontrarás varios en https://www.euroinnova.hn/diplomados.

Los expertos estiman que 1 de cada 4 personas padecerán un problema de salud mental en su vida. Por otra parte, la cifra podría disminuir 30% con un sistema de prevención eficaz.

Es innegable el incremento en la incidencia de diagnósticos relacionados con la salud mental en los años recientes, con un alza de hospitalizaciones e ingresos.

La prevención es posible con expertos altamente capacitados que abordan diversas realidades, por lo que resulta interesante adquirir los conocimientos profesionales necesarios.

¿Cómo reducir tus niveles de estrés en poco tiempo?

El estrés resulta paralizante, puede frenar o mermar tu productividad, tensar tus relaciones con los demás y deriva en un diálogo interno sofocante. Córtalo por lo sano de manera rápida, tu mente te lo agradecerá.

Te ofrecemos una variedad de tips para que puedas aplicarlo conforme al lugar o situación en que te encuentres. Tendrás una solución efectiva para cada circunstancia:

Ejercicios de respiración

La respiración tiene la capacidad de tranquilizar tu mente. Para aprovechar este beneficio, hazlo de forma consciente. Procura que tu exhalación sea más prolongada que la inhalación.

Le estarás transmitiendo a tu cerebro que “todo está bien”, entenderá que no hay amenazas a tu alrededor. En respuesta, activarás tu sistema nervioso parasimpático, el encargado de relajarte.

Serán suficientes 5 minutos para que tu estado anímico tenga ese giro positivo que tanto buscas y necesitas.

Tomar un baño o una ducha

Puedes optar por una ducha caliente o fría, los beneficios se harán sentir en tiempo récord. ¿Qué ocurrirá en tu cuerpo? Incrementarán tus niveles de dopamina y oxitocina, liberarás las endorfinas que tanto necesitas y pondrás a raya al cortisol.

El agua fluyendo contra tu piel te transmite calma y bienestar. Si quieres “apagar el estrés”, pasa el swiche con una ducha. Tendrás la mente despejada para cualquier actividad que te espere.

Música antiestrés

Tus canciones favoritas serán la pesadilla para tu ansiedad. La música tiene el potente efecto de minimizar los niveles de cortisol junto a la sensación de ansiedad.

Además, está asociada con el incremento de las emociones positivas, la producción de endorfinas y disminuye la tensión muscular. Arma tu playlist para relajarte donde quiera que estés, mientras cantas de pura alegría.

Tiempo al aire libre

Sube tu estado de ánimo dando un paseo al aire libre, caminando entre los árboles, esa cercanía con la naturaleza te relajará.

Los efectos positivos son palpables tanto si tienes episodios de ansiedad o depresión.

Unos minutos a la luz del sol, a cielo abierto te ayudarán a despejar tu mente. De hecho, también es recomendable si quieres impulsar tu imaginación o creatividad.

Llevar una vida activa

El ejercicio minimiza el estrés incluso en personas que estén fuera de forma. Mientras haces alguna actividad física notarás la sensación de bienestar que irá en aumento y liberarás endorfinas.

Por otra parte, como estarás concentrado en cada movimiento ese nivel de atención disminuirá el enojo que puedas sentir.

Encuentra tu deporte o actividad favorita, tendrás opciones tan diversas como levantar pesas, nadar, caminar o trotar. Si lo haces al aire libre e incluso con música, estarás aplicando varios consejos en simultáneo.

Masticar chicle

Su eficacia está comprobada desde 1939, masticar chicle te permitirá reducir la ansiedad y el estrés en poco tiempo. De esa forma, estarás más relajado si tus niveles de estrés están elevándose.

Tendrás una solución rápida y eficaz para evitar que el estrés se acumule hasta sabotear o interferir con tu vida cotidiana.

Potenciar tu sentido del humor

Las risas están asociadas a una sensación de bienestar que minimiza las dolencias, así lo demostraba la película Patch Adams.

Es tan efectivo que funcionará inclusive si empiezas forzando la risa. Al reírte, sentirás tu mente más relajada y despejada, mientras el estrés disminuirá de forma notoria.

Ten a mano algunos chistes, una serie o película cómica y comparte con tus amigos que posean un gran sentido del humor.

Socializar más

Vence el instinto de aislarte y sal al encuentro con otras personas. Compartir con amigos o familiares te ayudará a distraerte, sobrellevar los desafíos de la vida y encontrar el apoyo que necesitas.

Algunas alternativas para ponerlo en práctica son tomarte un café, visitar a tus amigos, llamar a tus familiares o unirte a un grupo como voluntario.

Establecer límites

El agotamiento mental y el estrés pueden salir de control cuando te cuesta decir “no”, ya que tus niveles de cortisol se elevarán.

Al tener tu listado de tareas pendientes, podrás delegar, organizarte y saber qué actividades adicionales asumir así como cuáles no.

Será un método para evitar conflictos, desbordarse de compromisos, tener un rendimiento precario e inclusive postergar tus necesidades. La organización junto con los límites sanos prevendrán el estrés.

Llevar un diario

La escritura de tus emociones te permitirá manejarlas sin reprimirlas ni dejarte superar por ellas. Permite que fluyan tus pensamientos y sentimientos una página tras otra, solo tú lo leerás.

Otra práctica que está en boga son los diarios de gratitud. Al plasmar qué agradeces de cada día, aumentará tu sensación de bienestar, más allá de los inconvenientes o retos que pudiste tener en la jornada.

Cuidar tu horario de sueño

Es usual que las personas que padecen estrés, sufran de insomnio. Sin embargo, es justamente durante el sueño que tanto tu cuerpo como cerebro reparan fuerzas.

Un sueño reparador potenciará tu buen humor, energía, capacidad de concentración, entre otros. Los expertos recomiendan dormir un promedio de 7 horas.

Establece una rutina relajante como escuchar música, tomar una ducha o incluso beber alguna infusión como manzanilla. A lo largo del día, las siestas menores de 40 minutos te servirán para disminuir el estrés.

Asistir a terapia

Hay momentos en que necesitarás tomar medidas más allá de las recomendadas previamente. En esas oportunidades, visitar a un psicólogo será la mejor alternativa.

La terapia te servirá si estás ansioso, te cuesta seguir tus rutinas diarias o cumplir tus deberes cotidianos. Con la ayuda adecuada aprenderás cómo afrontar cada situación difícil e identificar los detonantes del estrés.