Cada vez los niños entran en contacto a más temprana edad con los dispositivos electrónicos. Dentro de ese contexto, términos como la crianza digital y el digital nanning contrastan por ser caras opuestas de la misma moneda.

Por ello, aunque cada día la tendencia de brindarle a nuestros hijos un smartphone o una tablet para jugar se inicie a más temprana edad, existe una delgada línea entre una interacción saludable con estos dispositivos y una que termine afectando el neurodesarrollo del infante.

En este artículo, nuestros colaboradores del portal Droiders.com, nos exponen las diferencias entre ambas, así como el enfoque más adecuado para lograr equilibrar la balanza entre el entretenimiento y el aprendizaje cuando se trata de infantes y pantallas.

Crianza digital vs. Digital Nanning

Mientras que la crianza digital o crianza tecnológica se define como el conjunto de conocimientos, valores y recursos que los padres y cuidadores, emplean para mediar la interacción de niños y adolescente con las TICs, en aras de un disfrute con consciencia de la ciudadanía digital.

El digital nanning es un estilo de cuidados en que los dispositivos digitales reemplazan casi completamente las relaciones sociales y ambientales activas de los niños, exponiéndoles permanentemente a estos dispositivos.

Mientras que la crianza tecnológica se enfoca en un uso consciente y sano de las tecnologías de la información, los niños que son expuestos al digital nanning por muchas horas desde temprana edad, ven limitadas sus oportunidades de interactuar con la madre o cuidador, y terminan alienados del ambiente, sin lo necesario para un desarrollo normal del sistema nervioso.

¿Cuáles son los dispositivos electrónicos responsables de este problema?

Según un estudio presentado en la reunión anual de Sociedades Pediátricas Académicas, se plantea que un tercio de los niños por debajo del año de edad, han usado un dispositivo como una tablet o smartphone. Y para la edad de 2 años, la mayoría de niños han utilizado dispositivos móviles.

Esto es de esperarse, ya que la tecnología en la mayoría de los hogares es común. Sin embargo, instituciones como la Academia Americana de Pediatría y la Organización Mundial de la Salud fruncen el ceño ante la exposición de los niños menores de 2 años a los televisores y otros dispositivos digitales genéricamente llamados “pantallas”.

Efectos del digital nanning en el desarrollo infantil

Los niños que presentan problemas derivados del digital nanning, generalmente se encuentran en algún punto del espectro autista. Según el principio de neuroplasticidad, se plantea que la exposición a dispositivos digitales en períodos sensibles del desarrollo, distorsiona la estructura y funcionamiento de la neuro conectividad en niños pequeños, trayendo como consecuencias, por citar algunas:

  • Aislamiento y déficit en la interacción social.
  • Comportamientos repetitivos y movimientos estereotipados.
  • Hiperactividad y déficit de atención.
  • Retraso en el lenguaje.
  • Dificultad para mantener el contacto visual.
  • Síntomas de abstinencia cuando no tienen acceso a las pantallas (agresividad, confusión y aislamiento extremo)

Claves para la crianza de los niños en el mundo digital

Por supuesto, todo esto es prevenible, en la medida en que los padres seamos capaces de regular la interacción de nuestros hijos con las pantallas, ya sean smartphones o tablets. Para ello, podemos hablar de algunas claves para la crianza en contacto con los dispositivos digitales:

1. Crea reglas sobre el tiempo de pantalla

Muchos padres utilizan el recurso de brindar la tablet, TV o smartphone, como un modo de mantener tranquilos a sus hijos mientras trabajan, o hacen cualquier otra actividad. En lugar de eso, lo óptimo es crear reglas sobre el tiempo de pantalla, estas pueden incluir:

  • ¿Dónde? Por ejemplo, si puede hacerse en casa, pero no en el auto.
  • ¿Cuándo? Por ejemplo, no usarlos durante la cena, antes de la escuela o hasta que terminen las tareas.
  • ¿Cómo? Por ejemplo, lo que puede hacer o no con el dispositivo: actividades educativas, creativas, y quizás no tanto juegos.

2. Intenta mantener las sesiones de pantalla cortas

Lo ideal según la OMS es que los niños tomen un descanso de las pantallas al menos cada 30 minutos. Aunque esto puede ser complicado en función de la actividad que esté realizando el niño con la pantalla, puedes recurrir a:

  • Utilizar un temporizador para establecer descansos.
  • Crear descansos naturales y activos, como un juego, un baile, etc.
  • Salir al parque a jugar.

3. Fomenta la imaginación

Inventar historias, practicar juegos de palabras, dibujar y otras actividades creativas, son buenas para el neurodesarrollo y la imaginación de los niños. Así aprenderán cómo experimentar, aprender, pensar y resolver problemas.

4. Evita el tiempo de pantalla antes de dormir

Se ha comprobado que utilizar pantallas antes de ir a dormir puede afectar el tiempo que demora un infante en quedarse dormido. Recuerda que un niño en edad escolar necesita entre 9 y 11 horas de sueño, así que ten esto en mente y ajusta los horarios de interacción con la tablet o teléfono.

5. Promueve el juego y la actividad social con otros niños

Cuando los niños juegan e interactúan directamente, desarrollan importantes habilidades para la vida: sociabilidad, independencia, resolución de problemas, empatía,.. son algunas de las muchas cosas que aprenden los niños mientras juegan con sus similares.

No todo es negativo cuando se habla del uso de dispositivos tecnológicos por parte de los niños, pero por supuesto, es necesario controlar los factores que puedan derivar en una situación de consumo excesivo o dependencia de los mismos. Por ello, resulta necesario que padres y tutores continúen aprendiendo los riesgos de la interacción de los infantes con la tecnología, en aras de que realicen con mucho mayor empeño las acciones necesarias para evitarlos.